El "Roí" El Dios Que Me VeMuestra

Quisiera cerrar esta serie de reflexiones con Mateo 11:28 “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados; yo les daré descanso”.

Sabemos que las heridas, el agobio, el sufrir nos cansa, y la invitación de Jesús es que vayamos a Él para tener descanso. Creo que todos nos sabemos este versículo de memoria, y aún pienso que en muchas casas lo deben tener casi como en un cuadro. Pero me impresionó porque no solo es una promesa, requiere también de nosotros una parte, primero ir, dice "vengan a mí".

No es como que pegó el versículo en la casa y entonces ¡Yahoo listo!”. O: Ya está colgado en la nevera, y ¡Ya oh, el descanso! No, tenemos que ir a Él, y permitir que Él nos mire, compartir con Él, hablar con Él.

OK. Vengan a mí, pero después dice: "Y aprendan de mí". Por eso necesitamos conversar con Él, necesitamos aprender con Él, necesitamos reaprender con Él, necesitamos aprender algo nuevo con Él.

Recuerda, Jesucristo es el pan de vida, el pan o maná que te dio ayer y funcionó, tal vez no es lo que Dios quiere para ti hoy. A lo mejor Dios te quiere enseñar algo nuevo, quiere hacer algo nuevo, pero necesita que vengas a Él hoy. Y que te dejes enseñar, la pregunta es: ¿Tienes un corazón enseñable para Jesucristo? Yo personalmente les digo a veces no mucho.

La Palabra de Dios dice, vengan a mí y aprendan de mí, y hay dos cosas más que dice: "Soy manso y humilde". En versión (RVR60) me encanta como dice. Jesús es manso y humilde, lo que indica que podemos acercarnos a Él sin temor a ser señalados, condenados o juzgados; sino más bien comprendidos.

Lo significativo es que Él nos quiere enseñar a ser mansos y humildes. Y también nos quiere enseñar a cargar su yugo. ¿Qué quiere decir que carguemos su yugo? Que vamos con Él, Él a un lado, nosotros al otro y Él nos va guiando, así quiere nuestra relación con Él...<<Naty, un paso a la derecha, paso a la izquierda>>.

Poner el yugo es que vamos agarrados a él. Él lleva el peso, pero él nos va guiando. Así quiere nuestra relación con él. Vuelvo al punto central de la reflexión, ¿Por qué debemos aprender de Jesús? Porque a veces habitamos mirarlo.

No, no quiero ser manso y humilde, a aveces decimos. Yo quiero hacerlo como me parece, no me ha servido ser manso y humilde en este mundo, a quien le sirve ser manso y humilde. Yo lo quiero hacerlo a mi manera. La invitación de Jesús es, ponte mi yugo, porque entonces así es que vamos a tener paz y vamos a ser guiados, y al final, encontraremos paz para nuestra alma (Mt. 11:28-30).

Solo cuando logramos ir a Jesús y saber que Él es el Señor que nos ve, nos comprende, nos ama como somos, pero al encontrarnos con Él como le pasó a Agar, a Job y a Pedro, no nos dejará igual, y quien, por amor, nos enseñará a tomar Su yugo, y seguir su ejemplo de ser mansos y humildes, para que podamos oír a otras personas para ser instrumentos de su amor en este mundo tan necesitado.

Por Natalia Montenegro y Equipo TopCristianos

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