Confianza, empuje y descansoMuestra
Descanso
Como hemos visto en los últimos días, confiar es el acto difícil pero simple de reconocer que no somos responsables de producir resultados a través de nuestro trabajo—Dios lo es. Una vez que hayamos dado este primer paso crítico, es correcto esforzarse, usar los talentos que Dios nos ha dado para cumplir con nuestro llamado. Pero, ¿cómo sabemos si ambos estamos confiando y esforzándonos a la vez? El ajetreo es fácil de detectar. Se encuentra en nuestros buzones de correo electrónico, en nuestras listas de tareas y en nuestras desordenadas mentes. Pero, ¿cómo sabemos si realmente estamos confiando en Dios, y no en nosotros mismos, para producir resultados? Quizás el mejor indicador es si estamos o no descansando.
El descanso es lo que todos anhelamos. No toma mucho tiempo darse cuenta de que el descanso significa más que simplemente pasar tiempo fuera de la oficina. Con las línea entre el trabajo y el hogar casi totalmente borrosa, puede parecer imposible desconectarse física y mentalmente de las demandas de productividad incesante. Incluso cuando estamos en casa, estamos revisando el correo electrónico, Instagram, calendarios, etc. Siempre estamos haciendo. Estamos inquietos.
¿Cómo podemos encontrar el descanso que tanto anhelamos? San Agustín da la respuesta: "Nuestros corazones están inquietos hasta que puedan encontrar descanso en Ti." Estaremos inquietos hasta que descansemos sólo en Dios. Esto significa que, aunque ciertamente debemos trabajar, primero debemos confiar en Dios, quien, a través de la historia, ha sido fiel para proveer para Su pueblo. Si confiamos en el carácter de Dios, y administramos bien los talentos que Él nos ha dado, podemos descansar sabiendo que los resultados están en Sus manos, que Él está en control y que está trabajando todo para nuestro bien. En palabras de Salomón en Proverbios 16:33, "Las suertes se echan sobre la mesa, pero el veredicto proviene del Señor". (NVI)
Este es el único camino hacia el verdadero y profundo descanso conductual, mental y espiritual, y comienza con nuestra sumisión al día de reposo diseñado por Dios. En palabras del pastor Timothy Keller: "Debemos pensar en el día de reposo como un acto de confianza. Dios designó el día de reposo para recordarnos que Él está trabajando y descansando. Practicar el día de reposo es una manera disciplinada y fiel de recordar que nosotros no somos los que mantenemos el mundo en marcha, los que proveemos a nuestra familia, ni siquiera los que mantenemos en marcha nuestros proyectos de trabajo".
¿Por qué es tan crítico manejar bien la tensión entre confiar y trabajar? Porque al final del día, cuando confiamos en nuestro trabajo sin confiar en Dios, estamos tratando de jugar a ser Dios o robar Su gloria, lo cual nos lleva a la inquietud. ¡Cristiano, anímate! Estos mandamientos bíblicos no están en conflicto entre sí. Has sido llamado a confiar en tu Dios y trabajar duro. Y cuando abrazamos esta tensión, podemos descansar bien sabiendo que estamos en la relación correcta con quien nos llama.
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Escritura
Acerca de este Plan
La Biblia nos ordena a trabajar duro, pero también nos dice que es Dios, no nosotros, quien produce los resultados a través de nuestro trabajo. Este Plan de cuatro días nos mostrará, como el cristiano profesional debe aceptar la tensión entre “la confianza” y “el ajetreo” para encontrar el verdadero Día de Reposo.
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