Libre de toda ofensaMuestra

La ofensa en bendición

Ayer te contaba lo difícil que resultó para mí cambiarme de ciudad y de escuela.

Por la gracia de Dios mi papá se ha encargado de sembrar en mi corazón, desde que yo era pequeña, el gen de evangelizar a las personas.

Una escuela pública era mi mejor púlpito en plena etapa de la adolescencia.

Eran días muy calurosos en mi país, por lo cual todos los días llevaba una botella de agua para mantenerme hidratada durante el calor en un salón de clases de 40 alumnos con algunos ventiladores funcionando en el aula de clases.

Luego del receso en el horario de clases, entro y encuentro a uno de mis compañeros salpicando a mis compañeros con el agua de mi botella diciendo esta agua es bendita, porque es de Raquel.

Hace ya años de esta anécdota que logró afirmar aún más mi fe. Lo que podía parecer una ofensa, Dios lo puede usar para afirmar lo que está haciendo a través tuyo.

Oración

Gracias Padre porque aunque las personas pueden ser bastante directas para ofenderme, tu usas la ofensa para parecerme más a ti.

Un corazón perdonador, un corazón que no se cansa de bendecir a los que lo maldicen, es un corazón que está cerca de ti. En el nombre de Jesús. Amén.