Así Conocí a JesúsMuestra

Te quiero conocer

Cuando alguien te traiciona, se suele decir: "Nunca terminas de conocer a las personas". Pero igual podríamos decirlo cuando alguien nos sorprende, sin esperarlo. ¡Es imposible conocer a alguien por completo!

Esto es muchísimo más cierto cuando hablamos de Dios. Por su gracia, Él se ha dado a conocer, pero es imposible tener una comprensión completa de sus misteriosas formas de actuar, sus planes y propósitos, su amor y misericordia, su verdad y justicia. Esta fue la experiencia de Cesia, quien fue sorprendida por un Dios que aún tenía muchas cosas que enseñarle:

“Dos años después de decir "sí" a Jesús y vivir una etapa de emoción, ánimo y crecimiento, empezó una nueva fase. En ese momento, no lo sabía, pero pensaba que las cosas iban a seguir igual de bien o que serían incluso mejores. A los 16 años, me mudé con mi familia a otro país y nos enfrentamos a una nueva cultura, una nueva forma de vivir el Evangelio, una liturgia más pasiva en la iglesia. Las relaciones y la forma de servir se limitaban al fin de semana. Comparar estas realidades me generó muchas dudas sobre la realidad de la presencia de Dios.

No entendía por qué Dios permitía que yo me enfrentara a una situación que, según me parecía, debilitaba mi cristianismo. Yo había conocido una parte de Dios, fue real y fue lo que me acercó en primer lugar. Pero había nuevas cosas que Dios quería que yo aprendiera. ¿Por qué? Hace poco escuché una expresión: "Dios no se deja hackear".

Fue un comienzo difícil. Pasé una temporada sintiendo que Dios ya no escuchaba, seguida de otra donde sentía que Él no estaba. Finalmente, me di por vencida y esto me alejó de Dios. ¡Pero la verdad es que Dios ya había planeado cómo rescatarme de esa noche oscura!

En el momento justo me regaló amistades profundas, que se disfrazaron de Jesús y me mostraron amor y misericordia que hasta entonces no había aceptado. Aún sentía que peleaba sola, pero poco a poco me fue dando certezas sobre Él mismo, que antes eran solo dudas. Esto es lo que he aprendido: que Jesús está en todo momento, que me cuida de forma incomprensible, que conoce y suple todas mis necesidades. Y que, por amor, quiere que lo siga conociendo.

Todo esto ha sucedido en un transcurso de cinco años. La verdad es que nunca vamos a dejar de conocer a Dios. ¡Se requiere una eternidad para ello! Aunque esto puede parecer abrumador e incierto, descanso en saber que Dios es absolutamente bueno.

Aunque aún lucho con el miedo y lograr confiar plenamente en Él, mi mayor deseo es seguir conociéndolo, fortaleciendo mi confianza en Él”.

La experiencia de Cesia bien la resume el escritor español José Navajo, cuando dice “Lo que consideramos incómodas tempestades son, con frecuencia, soplos de viento que reconducen nuestra barca a importantes puertos a los que jamás hubiéramos arribado de haber tenido una plácida travesía”.

Jesús sigue usando todas tus circunstancias para acercarte a Él, aún aquella situación indeseable que no quisieras vivir puede servir mostrarte quién eres tú y quién es Él.

Reflexiona:

¿Cómo crees que la experiencia de Cesia refleja la idea de que Dios utiliza todas nuestras circunstancias para acercarnos a Él?

¿Qué te parece la idea de que las dificultades y las dudas pueden ser oportunidades para conocer más a Dios y fortalecer nuestra confianza en Él?

¿Cómo crees que podemos mantenernos abiertos a las sorpresas y enseñanzas que Dios tiene para nosotros, incluso cuando enfrentamos situaciones indeseables?

¿Qué pasos crees que puedes tomar para seguir conociendo a Dios en un nivel más profundo y fortalecer tu confianza?

Por: Margarita Orozco, Creadora de contenido de Conectar Global, y sus amigos: Lui, Isa, Cami y Ces.

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