Memoriza con un propósito y un planMuestra

«Gana dirección y guía»

Para obtener disciplina en mis hábitos alimenticios memoricé Tito 2:11-12, en una versión que lo presenta de la siguiente manera: para vivir sensible, correcta y piadosamente. Estaba determinada a decir: «¡Basta de comer más de la cuenta!» Estaba en condiciones de cumplir esta meta de renovar mi mente con su Palabra, pero el Señor tenía otro uso para su verdad. Después de perder una importante cantidad de peso, redescubrí el gozo de las compras. Mientras me preparaba para una oportunidad de hablar y enseñar que tenía delante, me di cuenta de que necesitaba ropa nueva que quedara bien en mi nuevo cuerpo. Mientras compraba para esos eventos parecía que todo lo que me llevaba al probador me quedaba perfecto y estaba estupenda con ello. 

Todo estaba rebajado, pensé que lo podía comprar todo, y lo hice. Pero cuando me paré delante del armario a mirar todo lo que había comprado, el Espíritu Santo trajo a mi mente las palabras de la carta a Tito. Estaba encarcelada, y entonces busqué la guía de Dios, admitiendo que había tardado un poquito en buscarla; le pregunté si mi compra era sensible, correcta y piadosa. Usé la Palabra de Dios como mi consejera y llegué a la conclusión de que podía devolver la mitad de mi compra de ese día. Cuando lo hice, se quitó de mis hombros una gran carga de culpabilidad y supe que Dios había dirigido mis pasos muy claramente a través de su Palabra atesorada en mi corazón.

Dios te creó con un propósito y para un propósito. Su propósito es amarnos y ser amado por nosotros. Recientemente escuché a alguien diciendo que nosotros somos el sueño de Dios hecho realidad. El Salmo 139:16 nos dice que nuestro Creador escribió todos los días que vamos a vivir antes de dar nuestro primer respiro. Él nos tejió mientras todavía estábamos en el vientre de nuestra madre. Él conocía los días que íbamos a vivir y lo que aquellos días nos traerían.

Sin embargo, cuando aprendemos que Dios ha ordenado nuestros días y nos ha dado todo lo que necesitamos para nuestra vida a través del conocimiento de Él, y sabiendo que el conocimiento viene directo de su Palabra, podemos estar seguros de que nos dará la guía y dirección que necesitamos para vivir bien esta vida.

Él nos aconseja con su amor y nos dirige mientras confiamos en Él y nos aferramos fuertemente a su Palabra instructiva, amorosa y viva.