Compromete tu trabajo al SeñorMuestra

Claridad y conceptos erróneos

Aunque los propósitos suelen centrarse en objetivos a largo plazo y planes de futuro, no basta con poner nuestros planes futuros en manos de Dios.

En cambio, debemos rendir nuestras acciones y responsabilidades diarias a Dios.

Esto debe hacerse a diario, independientemente de que estemos o no de buen humor.

Es común recurrir a Dios cuando pasamos por una temporada difícil, pero también debemos ser conscientes de hablar con Él a diario. Ya sea para pedir ayuda, guía, entendimiento o examinarnos, tener una conversación diaria con Dios nos permite estar en sintonía con su voluntad. Cuando nos relacionamos a diario con Dios, le damos la oportunidad de hacer suaves correcciones y cambios a lo largo de nuestro camino, para que podamos mantener el rumbo y llevar a cabo los planes que tiene para nosotros.

Una interpretación errónea frecuente de Proverbios 16:3 es que debemos confiar nuestros planes al Señor. Si bien esto es cierto, el versículo en realidad explica que debemos poner nuestro trabajo en las manos del Señor.

¿Qué significa esto?

Esto significa que aunque Dios siempre está con nosotros y siempre quiere lo mejor para nosotros, ¡también espera que hagamos nuestra parte!

Una persona que planifica y no actúa no verá cómo su plan se convierte en realidad. Dios no quiere que nos quedemos sentados esperando su intervención. Debemos trabajar junto al Señor, prestando atención a sus estímulos, guía y siguiendo los pasos que Él ha determinado para nosotros. Recuerda, mientras solo vemos nuestras circunstancias en el presente, Dios ve el panorama completo. Por eso nos coloca en momentos y situaciones que muchas veces no entendemos. Esto se debe a que Él tiene la claridad y sabiduría para saber no sólo dónde estamos, ¡sino por qué estamos ahí!

Para poder encomendar con éxito nuestro trabajo al Señor, debemos prestar atención a sus consejos.

No podemos seguir adelante con nuestros planes hasta que los hayamos compartido con Él y le hayamos pedido su sabiduría para llevarlos a cabo.