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No importa lo que diga la gente, Dios está a tu lado

“El SEÑOR está de mi parte, por tanto, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?” (Salmo 118:6 NTV).

Si intentas hacer algo valioso en la vida, los detractores se cruzarán en tu camino. Pueden ridiculizarte, difundir rumores sobre ti o incluso amenazarte.

Pero no te enfoques en los opositores. No te centres en tus problemas. Céntrate en Dios y en Sus promesas. Conviértete en una persona de promesas.

En 1 Samuel 30:6, la Biblia nos habla de la reacción de David ante un caso de crítica: “David se alarmó, pues la tropa hablaba de apedrearlo; y es que todos se sentían amargados por la pérdida de sus hijos e hijas. Pero cobró ánimo y puso su confianza en el Señor su Dios.” (NVI).

Cuando un detractor se cruce en tu camino, no te dirijas a un compañero de trabajo o a un amigo para chismear. Encuentra la fuerza en el Señor. Ora: "Señor, sé que me amas. Sé que tienes un plan para mi vida. Voy a confiar en Ti".

David lo dice de esta manera: “El SEÑOR está de mi parte, por tanto, no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?” (Salmo 118:6 NTV).

Puedes caerle mal a la gente y eso no te perjudicará. No necesitas la aprobación de nadie para ser feliz. Eres tan feliz como tú decidas serlo. No necesitas la aprobación de un padre, de un hermano o hermana ni de algún amigo. El Señor está a tu lado. No tienes que tener miedo. La gente tiene sus opiniones. ¿Y qué?

David escribe en el Salmo 119:11a: “En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti” (NVI).

Eso es lo que tienes que hacer. Deja de almacenar en tu mente toda la negatividad que te llega. En su lugar, confía en las promesas de Dios. Y confía en que Él hará exactamente lo que dice que hará.