¡Alegría a tu mundo! Una cuenta atrás para NavidadMuestra

Los pastores de la historia de Navidad pasaron semanas en los campos con sus ovejas, durmiendo bajo las estrellas con el viento y la lluvia. Estos embarrados especímenes de la humanidad se amontonaban fríos y temblando alrededor de hogueras en la oscuridad de la noche, mientras trataban de mantenerse despiertos para proteger a los animales a su cuidado. Y las ovejas eran por naturaleza bobas, desobedientes, inquietas y malolientes.
Ellos eran hombres incultos con mugre bajo sus uñas. Me pregunto si tal vez se sentían desesperanzados... sin expectativas, sabiendo que nada de sus vidas cambiaría jamás. La vida puede perder rápidamente el sentido si eres un hombre que vive con baba de ovejas en su ropa y estiércol de oveja entre los dedos de los pies.

Inesperadamente, el cielo estalló en el pequeño, frío y oscuro mundo de estos pastores. ¡El canto de los ángeles estalló en la zona de guerra de la tierra y proclamó la alegría del cielo a su existencia estancada e inmutable! Las estrellas caían y estallaban en colores raros y gloriosos, mientras que los cielos se abrían y un coro majestuoso de ángeles comenzó a cantar una sinfonía poderosa que todavía se oye hoy!

Jesús invadió este oscuro y frío mundo con la alegría del cielo, y todavía hoy es su regalo para ti. Su presencia en tu vida hace a los pastores danzar y a los ángeles cantar. Tu corazón puede convertirse en una explosión de gozo porque un bebé nació hace más de 2000 años.

Por Jesús puedes recibir gozo... puedes caminar en paz por este bebé.

La primera palabra que los ángeles usaron para describir el nacimiento de Jesucristo fue la palabra «gozo»... ¡y también debería ser la primera palabra usada para describirte! El gozo es la marca de nacimiento de un cristiano porque cuando aceptas a Jesús en tu corazón eres marcado de por vida con su gozo. Te has convertido en una vasija de su presencia donde siempre hay plenitud de gozo.

Tu vida adquiere propósito cuando llevas al niño Jesús a este mundo oscuro que no descansa. La desesperanza de tu vida se disipa cuando te das cuenta del honor que representa transmitir el gozo de su presencia a la humanidad.

María fue el primer ser humano embarazado de Dios, por lo que ¡nosotros también podemos ser portadores del ADN divino! ¡El ADN del cielo se deletrea G-O-Z-O!