Abrumada por mis bendiciones (Parte 3)Muestra
Levantarse en las mañanas frías es realmente duro cuando preferiríamos quedarnos en nuestras camas calentitas bajo el tostado de nuestras mantas. En esos días, corro rápidamente por el pasillo y subo el termostato.
Nuestros días a menudo comienzan así. Nuestros hijos ya han puesto el "termostato" para nuestra mañana, justo después de levantarnos de la cama. "¡Mamá! ¡Tengo prisa por irme!" "¡Mamá! ¡Me golpeó!" "¡Mamá! ¡Dile que se detenga!" Nos quedamos con la fría crudeza de un día abrumador, y son solo las 7:30 am.
Nuestro termostato interno comienza a subir--- no a una temperatura agradable, sino a una que excede nuestra propia comodidad. Si no tenemos cuidado, el vapor que estamos reteniendo puede explotar sobre toda la casa.
¿Adivina qué, mamá? Tú tienes el control del termostato de tu hogar. Lo sé. Hay demasiadas cosas lanzadas contra ti, viniendo contra ti y tu paz. Pero aprendí que tenemos el poder de establecer el tono para nuestro hogar.
¿Cuál es tu respuesta cuando esas "mamás" comienzan a meterse en tu camino? ¿Cuál es tu actitud cuando la actitud de tu hijo no es la mejor? ¿Te rebajas a su nivel, reaccionando con ira y emociones intensas? ¿O te elevas por encima, respondiendo con tranquilidad, firmeza y calma? Parece una tarea muy difícil, pero las Escrituras nos dicen que tenemos el fruto del Espíritu de Dios viviendo en nosotros. Amor, alegría, paz, paciencia....
¿Por qué somos tan rápidos para olvidar? ¿Por qué dejamos que nuestros hijos marquen la pauta? ¿Por qué permitimos que el enemigo gane día tras día?
Jesús nos llamó a ser hacedores de paz, eligiendo establecer el tono para nuestro día, no mantenedores de paz barriendo nuestras actitudes debajo de la alfombra junto con las migajas del desayuno. Los hacedores de paz toman decisiones difíciles y correctas, sin caer en nuestras inclinaciones naturales. Los mantenedores de paz se callan y cierran, con la esperanza de que todo eventualmente se sacuda y se decepcionen cuando no suceda.
Mamás, tenemos Su Espíritu dentro de nosotras permitiéndonos establecer el estado de ánimo de nuestros hogares con nuestras palabras y actitudes. Les haremos saber a nuestros hijos que elegimos tener un buen día, sin importar lo que venga, sabiendo que nuestras actitudes hablan más fuerte que nuestras palabras. No permitiremos que el enemigo nos alcance y nos consuma. Elegiremos amor, alegría, paz y paciencia. ¡Lo elegiremos a Él!
Oh, Padre. Dame la capacidad de ver más allá del caos de nuestras mañanas, nuestros días. Ayúdame a poner mi mente en ti y a aprovechar tu paz y presencia para ser el mejor ejemplo de ti para mis hijos hoy. Ayúdame a establecer el tono para el día, todo el día, recordando que has ido antes que yo y has preparado un camino para cada circunstancia que surja, incluso aquellas que amenazan con derribarme. Gracias por tu Espíritu que nunca me deja. Te elijo ahora mismo. Tu presencia me hace sonreír, no importa lo que esté por delante.
Si ha disfrutado de este devocional, consulta la parte 4 aquí, y para una versión impresa de estudio bíblico aquí. Conéctate con Robin en Instagram @manymeadows
Acerca de este Plan
Aliento para las madres, de una mamá que crió a sus 7 hijos y vivió para contarlo. ¡Esta es la parte 3 de 12 devocionales de esta serie de Robin Meadows
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