10 días contemplativos en el Padre NuestroMuestra
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén
Aquí remueves la apasionada ansiedad de tus oraciones en las aguas de la rendición. La rendición no enfría tus pasiones ni te lleva a renunciar a ellas. No es que tengas que divorciarte de ellas para que tus oraciones lleguen al deseo de Jesús. No, la oración ha estado atrayendo tus deseos junto a los Suyos convirtiéndolos en uno. Entonces, “Venga tu reino, hágase tu voluntad”, es la oración de alguien que ama anhelando tener sus deseos rendidos a los de su amado. Es así como debes rendirte. Te das cuenta que tienes un Dios que te ama y tus deseos encuentran su máximo cumplimiento en Él. De hecho, descubres que los deseos que has albergado en tu corazón fueron creados directamente por Él y te han llevado de regreso a Él, al Padre nuestro en el cielo, santificado, amado, completo; que nos escucha llamar a su puerta a través de nuestras oraciones.
“Como en el cielo, así también en la tierra”, te permite reconocer una brecha. Hay tensión en esa brecha. Como es aquí y ahora en la tierra, no es como está destinado a ser. Ciertamente tampoco es como será allá y entonces en el cielo. El reino de Jesús sigue en camino y Su salvación continúa creciendo. Tus oraciones se unen a Él para ir bajando las piezas de la manera en que deben estar en tu camino de la vida cotidiana.
Algunas formas de orar hoy para que "Venga tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra", comienzan al examinar tus deseos. Tómate un tiempo para fijarte en lo que más quieres. Luego, analiza la forma en que estos deseos han venido de Dios y si te impulsan de regreso a Él.
Analiza si tus oraciones se expresan en rendición. ¿Qué te agrada de la rendición? ¿qué te incomoda?
Luego considera el deseo de Dios. Dedícale un momento en silencio permitiendo que te diga lo que más desea para ti, Su reino, y Su voluntad. ¿Es muy diferente o similar a lo que tú deseas?
Convierte en oración cada unode los puntos que has analizado.
Escritura
Acerca de este Plan
Esta guía de 10 días de oración contemplativa a través del Padrenuestro está diseñada para que reduzcas la velocidad, practiques el escuchar en momentos de silencio y soledad, y experimentes la oración de forma relacional en lugar de listar deseos y hacer esfuerzos mentales. Te animamos a que empieces con silencio, reconociendo la presencia de Dios, luego, que medites en las escrituras citadas y, finalmente, dediques 30 minutos a analizar profundamente el devocional diario enfocado en el Padrenuestro.
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