10 días contemplativos en el Padre NuestroMuestra
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén
Vuelca la cara de la moneda del perdón a ti mismo y estarás viendo el perdón hacia los que han pecado contra ti. Jesús dice que ambos van siempre juntos; que Él te ha perdonado más de lo que jamás tendrás que perdonar a otro. Aún así, el perdón tiene una profundidad honesta que no se puede pasar por alto con frases rápidas y clichés que dicen "sigue adelante".
Así como ayer pasaste un tiempo con Jesús observando el cuadro de lo que el pecado ha hecho para moldearte a ti y a tu paisaje relacional, observa hoy cómo los pecados de los demás, en contra tuya, te han formado a ti y a tu entorno . No intentes ser amable o “cristiano” al respecto, solo obsérvalo tal como es. ¿Qué se llevó? ¿Qué se perdió? ¿Qué es lo que no diste cuando debiste hacerlo? Lo más importante, ¿cómo ha influido esto en lo que eres hoy?
Al igual que ayer, regresa al cuadro de Cristo y a su cruz donde se pagó por el perdón, primero por tu pecado, luego por el pecado de los demás. Sostén juntas nuevamente estas imágenes el tiempo suficiente para ver si alguna de estas te provoca resentimiento, dolor oculto o ira vengativa y, si pueden volver a pintarse al estar sentado al lado de Jesús.
Ora por un enemigo hoy. Ora por su perdón como tú oras por el tuyo. Al hacerlo, nota que en tu corazón crece el perdón por él. Por la forma en que el perdón restaura el corazón con el tiempo, es probable que tengas que repetir esta oración con frecuencia; sentirás como si lo estuvieras perdonando nuevamente, cada día, durante largo tiempo.
Escritura
Acerca de este Plan
Esta guía de 10 días de oración contemplativa a través del Padrenuestro está diseñada para que reduzcas la velocidad, practiques el escuchar en momentos de silencio y soledad, y experimentes la oración de forma relacional en lugar de listar deseos y hacer esfuerzos mentales. Te animamos a que empieces con silencio, reconociendo la presencia de Dios, luego, que medites en las escrituras citadas y, finalmente, dediques 30 minutos a analizar profundamente el devocional diario enfocado en el Padrenuestro.
More