Control De CalidadMuestra
A los cristianos nos gusta teorizar
Tengo la sensación de que, a veces, como cristianos, NOS ENCANTA TEORIZAR.
Esa, probablemente, ha sido nuestra peor ruina y fracaso como pueblo de Dios:
- ni damos la talla nosotros,
- ni terminamos de mostrar al mundo quién es Dios al no aterrizar nuestras disquisiciones en cuestiones prácticas.
Él es un Dios que se ha revelado en Su Palabra, pero lo ha hecho amando, encarnándose a través de Jesús y poniendo su vida por nosotros. Todas acciones prácticas y contundentes. Nada de teorías abstractas.Esto debiera obligar a quienes le seguimos a hacer lo mismo. Nos jactamos en demasiadas ocasiones de ser grandes conocedores de la Palabra, y nos encantan los debates interminables. Pero poco de eso aprovecha cuando no tiene un sustento práctico, ni impacta de formas concretas al mundo en el que vivimos.
El camino se hace andando y se mejora evaluando, siendo críticos y rectificando lo que no está acorde con el Modelo que seguimos. Él es pura perfección y nosotros, como embajadores del Reino que vino a proclamar, no podemos conformarnos con ser una representación elaborada doctrinalmente y mediocre en su sentido práctico.
Cuando esto es así, se nos suele ver “la patita por debajo de la puerta”: nuestra inclinación hacia lo fácil –porque lo práctico cuesta– es quedarnos en la superficie y minusvalorar lo esencial por una espiritualidad mal entendida.
- Nos encanta hablar de fe, amor y esperanza. ¡Y está bien!
- Sin embargo, si estas son reales y de calidad, vienen unidas a OBRAS, TRABAJO Y CONSTANCIA.
¿Podría pensarse que estoy cuestionando el mensaje de la gracia? ¡No es así de ninguna manera! Porque el cristiano no se salva por estas cosas, pero todas ellas son manifestaciones de una vida transformada por Cristo.
Dejemos nuestra obsesión por escoger de forma excluyente, y empecemos a compatibilizar de manera íntegra y coherente nuestra doctrina y prácticas. Hablar y oír es fácil. Andar el camino de Jesús como Él anduvo es lo difícil.
- No existe tal cosa como una fe real que no manifiesta obras.
- Tampoco un amor que no se muestra en trabajo y servicio al Señor y hacia los demás.
- ¿Tiene algún sentido una esperanza que va y viene, inconstante como las olas del mar? ¿Qué sustento tiene, entonces, si no puede contarse con ella?
Pablo, inspirado y certero en sus palabras, elogia en los tesalonicenses vidas de discipulado en movimiento, que pasaban el control de calidad.
¿Lo superaríamos nosotros?
Acerca de este Plan
¿Haces periódicamente una revisión de tu vida cristiana? ¿La sometes a un buen control de calidad que te permita dar lo mejor al Maestro? Acompáñame a la primera epístola a los Tesalonicenses, para hacernos algunas PREGUNTAS PRÁCTICAS RELEVANTES sobre ese proceso de comprobación y crecimiento.
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Nos gustaría agradecer a Lidia Martín por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.lidiamartin.com/