Liberarse de la depresiónMuestra

La receta de Dios

Espero que haya llegado a ver la forma en que su mente, cuerpo y espíritu trabajan juntos. Ahora sabemos que las emociones negativas a veces pueden conducir a la depresión. Hasta ahora, hemos visto los principios científicos y la Biblia para ayudarnos en esta batalla espiritual.

En última instancia, Dios nos da un remedio a través de Su Hijo, Su Palabra y Su mundo. Vemos esto al mirar nuestras mentes, cuerpos y espíritus una vez más.

Hemos aprendido sobre la importancia del cerebro en la forma en que operamos. ¡Esta parte es muy importante! Para que el cerebro funcione de manera efectiva, necesita algunas cosas. Primero, una dieta saludable: el cerebro necesita nutrientes específicos para funcionar correctamente.

En segundo lugar, haga ejercicio: a través del ejercicio, el oxígeno llega a su cerebro y su cerebro libera endorfinas para sentirse bien. En tercer lugar, nada de drogas ni alcohol: estos son tóxicos para el cerebro, afectan el juicio y causan malas decisiones y adicción.

También hemos discutido nuestra arma más poderosa, la toma de decisiones, y cómo nuestras mentes necesitan ser renovadas por ella. Con el tiempo, a medida que nuestras decisiones piadosas reconfiguran positivamente el cableado de nuestro cerebro, construimos un pensamiento más fuerte y habilidades para la vida y la vida mejora.

Solo piense en hacer ejercicio: cuanto más levantamos pesas, más fuertes se vuelven nuestros músculos y el ejercicio se vuelve más fácil. Tomar buenas decisiones es como ejercitar la mente.

Sin embargo, tenemos otra arma física para nuestra batalla espiritual y son los medicamentos. Si bien los medicamentos psiquiátricos no curan ningún trastorno por sí solos, son útiles ya que reducen drásticamente los síntomas y su impacto. Esto nos puede dar más tiempo para aplicar remedios permanentes como la dieta y el ejercicio; habilidades psicológicas que incluyen manejo del tiempo y el estrés, resolución de conflictos, habilidades de manejo de emociones y relaciones, y autodisciplina; así como habilidades espirituales como la dependencia de Dios y la aplicación de sus principios.

A medida que regamos y nutrimos estos hábitos positivos, dan frutos en varios meses. Algunas personas temen a los medicamentos, pero Dios los ha proporcionado a través de la ciencia para ayudarnos a funcionar mejor, cuando son recetados por un profesional y se toman de manera adecuada.

En última instancia, necesitamos el poder, la estrategia y el liderazgo de Dios en nuestra lucha contra el pecado, la muerte y el diablo. Las armas más grandes que tenemos son la muerte y resurrección de Cristo, el Espíritu Santo que vive en nosotros y la Palabra de Dios, la B.I.B.L.I.A. Es el mejor libro de instrucciones para vivir todos los días. ¡Apóyate en ellos!