El Evangelio Para Cada PersonaMuestra

Una de las realidades más hermosas del evangelio es que es para cada persona. La idea de que la libertad y la salvación están disponibles gratuitamente para todos los que creen era diferente de cualquier otra idea presentada antes de Jesús, y ha dado lugar a un movimiento que ha revolucionado el curso de la historia humana.

Cuando Dios hizo su pacto con Abraham, prometió que lo bendeciría para que su familia fuera una bendición para todos los pueblos del mundo (Génesis 12:1-3). Jesús no limitó su predicación únicamente al pueblo judío, sino que predicó por voluntad propia el evangelio a los que el pueblo judío despreciaba, los gentiles (Marcos 12:19-20) y los samaritanos (Juan 5). En su ascensión, Jesús encargó a sus discípulos que fueran a hacer discípulos a todas las naciones (Mateo 28:19-20). En Pentecostés, el Espíritu Santo permitió a los creyentes hablar en idiomas de todo el mundo, y la buena noticia de Jesús fue aceptada por un grupo diverso de personas de múltiples regiones de todo el mundo romano (Hechos 2:7-12). Juan registra la última visión de Dios en el libro del Apocalipsis, donde vemos que al final de los tiempos, cada tribu, nación y grupo lingüístico adorará a Jesús, juntos y en unidad (Apocalipsis 7:9).

La inclusión está en el corazón del evangelio, por lo que no debería sorprendernos que el cristianismo sea el mayor movimiento global multicultural, multiétnico y multirracial del mundo actual.

El evangelio es para cada persona porque Dios es para cada persona. Él ama a cada persona y tiene un gran anhelo de que todas las personas conozcan su amor y su gracia.

¿No es apasionante que cuando aceptamos a Jesús nos convertimos en parte del movimiento más diverso de toda la historia humana?

El evangelio de Jesús ha llegado a muchas personas, pero la realidad es que la buena noticia aún no ha llegado a cada persona.. Todavía hay miles de millones de personas que no han encontrado la gracia transformadora que viene a través de Jesús. Todavía hay miles de grupos poblacionales en todo el mundo que ni siquiera han oído el nombre de Jesús, y Dios podría estar llamándolo a usted a llevarles ese mensaje o invitándolo a hacer posible que otros les lleven el evangelio. También hay personas a su alcance ahora mismo que no han oído la buena noticia: un vecino, un amigo del colegio, la persona que se sienta frente a usted en el autobús cada día, un compañero de trabajo.

Dios desea que cada persona lo invoque para ser salva. Como dice Romanos 10:14-15:

Ahora bien, ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique? ¿Y quién predicará sin ser enviado? Así está escrito: “¡Qué hermoso es recibir al mensajero que trae buenas nuevas!”.

Aplicación

Después de leer las Escrituras de hoy, dedique un tiempo (10-15 minutos) para observar y meditar sobre el cuadro de Lausana que representa el evangelio para cada persona. Ayer el foco estaba en el pescador. Hoy, tómese un tiempo para examinar detenidamente todos los demás aspectos del cuadro, especialmente las personas que son alcanzadas por el pescador. Pida al Espíritu Santo que lo ayude a comprender su amor y deseo por cada persona y pídale que traiga a su mente las personas a las que desea que usted llegue con el evangelio.