Simplemente Navidad, una versión Youversion de cinco días sobre cómo recuperar la paz de las fiestas, de Tama FortnerMuestra
Más fuerte que la duda. Más grande que los detalles.
Escritura: Mateo 19:26; Lucas 1:5-25; Proverbios 3:5–6
Puede parecer que Zacarías y María hacen preguntas muy similares al ángel en Lucas 1. Pero mire más de cerca y verá que son bastante diferentes. Mientras Zacarías expresa dudas, María simplemente busca detalles.
La respuesta a ambas preguntas es la misma: Dios.
Para Dios, nada es imposible. Es más fuerte que cualquier duda y capaz de cubrir todos los detalles.
En esta temporada navideña, nos enfrentaremos a lo que parece imposible, y no me refiero solo a la interminable lista de tareas pendientes. Se nos pedirá que amemos a los desagradables, que mantengamos la paz con aquellos que están empeñados en destruirla, que nos mordamos la lengua cuando nos encantaría dejarlos sueltos y que demos cuando sintamos que no tenemos nada más que dar. Lo más importante, seremos desafiados a hacer brillar la luz de Jesús en los corazones y las celebraciones de nuestros hijos, nuestra familia, nuestros amigos y todos los que se crucen en nuestro camino.
Cuando la imposibilidad de todo lo abruma, cuando surgen dudas y cuando los detalles de cómo, cuándo y dónde amenazan con ahogarse, recuerda la respuesta a todo: Dios. Nuestras dudas no disminuyen Su poder ni Su deseo de obrar en los detalles de nuestras vidas.
Oh Señor, Dios mío, haz que tu luz brille tan intensamente en mi vida que venza todas las dudas y todas las preocupaciones sobre los detalles. Amén.
Recuperando la Navidad
No quieres ir a la fiesta, la salida, la cena, la reunión, lo que sea, pero hay momentos en los que simplemente no puedes decir que no. Cuando estoy atrapada donde no quiero estar, descubro que el viejo consejo sigue siendo tan cierto: deja de pensar en mí misma, si mi atuendo es el adecuado o cuánto tiempo tengo antes de que mi peinado se derrumbe, y piensa de otra persona en su lugar. Súmate a la que está sentada sola, escucha a esa preadolescente atrapada de lleno entre la timidez y la ansiedad por ser toda mayor, dale una mano a esa otra mamá que solo necesita un momento de paz. Busca ser una bendición y te encontrarás bendecido, incluso cuando estés donde preferirías no estar.
Acerca de este Plan
Reduzca la velocidad y saboree el tiempo con el Salvador esta temporada. Elige hacer una pausa y reflexionar como lo hizo María, para perderte en la maravilla de Emanuel, de Dios con nosotros. Este año, que sea simplemente Navidad.
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