Conocido: 10 días para descubrir tu identidadMuestra

En este versículo, Pablo nos habla de dos tipos de conocimiento. Uno de ellos es el tipo de conocimiento con el que Dios nos conoce; el otro es cómo el conocimiento puede ser utilizado para destruirnos y llenarnos de orgullo. Esto surgió en la carta de Pablo a la iglesia de Corinto cuando abordó el tema de comer alimentos sacrificados a los ídolos. Pablo no hablaba de si estaba bien o no, sino de CÓMO manejar la autoridad de poder comerlo. Algunos en la iglesia tenían el conocimiento (¡correcto!) de que la comida sacrificada a los ídolos estaba perfectamente bien para comer, ya que los ídolos no tienen ningún poder sobre Dios, pero ese mismo conocimiento correcto, separado del amor de Dios, infló a la gente con arrogancia.

Echemos un vistazo a 1 Corintios 8:1-3 y oigamos una explicación mejor por parte de Pablo.

1. En cuanto a lo sacrificado a los ídolos, es cierto que todos tenemos conocimiento. El conocimiento trae orgullo, mientras que el amor edifica. 
2. El que cree que sabe algo, todavía no sabe como debiera saber. 
3. Pero el que ama a Dios es conocido por Él.

Pablo está diciendo que el tipo de conocimiento que produce orgullo y hiere a la gente no es conocimiento verdadero en absoluto (aún no sabe como debería saber). Pero hay un segundo tipo de conocimiento que contrasta con el primero. La respuesta de Pablo a este conocimiento falso es el amor. El conocimiento de Dios usado adecuadamente se convierte en amor por Dios, y esto sólo es posible porque Dios nos conoce íntimamente. Dios quiere que nuestra relación con Él sea como la de amigos cercanos que no comparten secretos.

Salmo 25:14 (NVI) “El SEÑOR brinda su amistad a quienes le temen y les da a conocer su pacto”.

La palabra hebrea usada aquí para amistad es "Sod" que habla del tipo de consejo íntimo que un amigo cercano le da a otro. Así es como Dios nos conoce. Él nos habla a través de Su Palabra con consejos íntimos y confiables. Entonces, en lugar de buscar conocimiento para obtener ventaja sobre los demás, Dios quiere que lo busques a Él como lo harías con un amigo. Cuando tienes una amistad profunda con alguien, recuerdas las cosas que dice, las cosas que le gustan, lo que le ilumina y lo que le rompe el corazón. Así es como Él te conoce ahora mismo, y quiere que lo conozcas más y que te acerques y te familiarices más con Él y Su Palabra cada día, porque Él no quiere ser simplemente tu salvador, padre y ayudador. Él también quiere ser tu amigo.