Emociones sagradas - Respuestas bíblicas para cada retoMuestra
Tus emociones se mueven 80000 veces más rápido que tus pensamientos. ¿No es increíble? Esta información asombrosa nos ayuda a entender por qué, cuando algo malo nos ocurre, sentimos emociones crudas y peligrosas, pero no somos capaces de recordar inmediatamente qué debemos hacer o a quién podemos llamar. Y al contrario, también es así cuando nos ocurre algo maravilloso y estamos dominados por la euforia, no somos capaces de decidir qué hacer. Todos los pensamientos razonables y prácticos llegan a nuestro sistema nervioso después de que la emoción se haya expresado.
Esta tremenda velocidad de nuestras respuestas emocionales a la vida explica por qué, incluso los cristianos, tendemos a actuar con base en emociones y no con base en principios. Algo, o Alguien, debe encauzar tus emociones, que cambian a una velocidad de vértigo, y dominarlas para que se supediten al fruto que solo se encuentra en el Espíritu Santo. Si permites que tus emociones sigan zarandeándote rápidamente en esta vida, siempre dirás cosas vergonzosas, harás cosas inapropiadas y nunca te convertirás en la persona que Dios quiere que seas. Acabarás teniendo el efecto de una erupción volcánica que se extiende con rapidez y destruye a todo el que se cruza en su violento y enrabietado camino.
Hay poco en esta vida que sea más importante que controlar los problemas de tu corazón.
Cuando se usa la palabra “corazón”, especialmente en el Antiguo Testamento, se hace referencia al alma, a la fuente de los sentidos, las emociones y los afectos. Tu corazón determina la manera en la que actuarás en cualquier situación y es la sede de tu voluntad y de tu propósito en la vida. La Biblia dice que debes “guardar” o “vigilar” esa parte de tu vida con la mayor atención.
Tu corazón es de un valor inmenso para Dios y debería ser tratado como un tesoro de gran valor.
El problema lo hallamos en el corazón mismo: tu corazón no quiere que lo guarden. Quiere expresar sus emociones y a sí mismo ruidosamente. Tu corazón siente pasión por airear, expulsar y poner en palabras cada pequeño sentimiento que haya experimentado jamás. La Biblia no dice que esté permitido expresar todo lo que tengamos en nuestro corazón, dice sencillamente que lo guardemos.
Esta tremenda velocidad de nuestras respuestas emocionales a la vida explica por qué, incluso los cristianos, tendemos a actuar con base en emociones y no con base en principios. Algo, o Alguien, debe encauzar tus emociones, que cambian a una velocidad de vértigo, y dominarlas para que se supediten al fruto que solo se encuentra en el Espíritu Santo. Si permites que tus emociones sigan zarandeándote rápidamente en esta vida, siempre dirás cosas vergonzosas, harás cosas inapropiadas y nunca te convertirás en la persona que Dios quiere que seas. Acabarás teniendo el efecto de una erupción volcánica que se extiende con rapidez y destruye a todo el que se cruza en su violento y enrabietado camino.
Hay poco en esta vida que sea más importante que controlar los problemas de tu corazón.
Cuando se usa la palabra “corazón”, especialmente en el Antiguo Testamento, se hace referencia al alma, a la fuente de los sentidos, las emociones y los afectos. Tu corazón determina la manera en la que actuarás en cualquier situación y es la sede de tu voluntad y de tu propósito en la vida. La Biblia dice que debes “guardar” o “vigilar” esa parte de tu vida con la mayor atención.
Tu corazón es de un valor inmenso para Dios y debería ser tratado como un tesoro de gran valor.
El problema lo hallamos en el corazón mismo: tu corazón no quiere que lo guarden. Quiere expresar sus emociones y a sí mismo ruidosamente. Tu corazón siente pasión por airear, expulsar y poner en palabras cada pequeño sentimiento que haya experimentado jamás. La Biblia no dice que esté permitido expresar todo lo que tengamos en nuestro corazón, dice sencillamente que lo guardemos.
Escritura
Acerca de este Plan
Dios te creó y te colocó en este momento de la historia, para amar lo detestable, mostrar paz en la confusión y expresar una alegría desafiante en cualquier situación. Esto puede parecer imposible, pero puedes hacerlo aprendiendo lo que la Biblia dice acerca de tus emociones humanas naturales y de cómo controlarlas. Este devocional abarca los retos ordinarios y en ocasiones extraordinarios a los que nos enfrentamos cada día, y ofrece referencias bíblicas sobre cómo controlar las emociones de forma piadosa.
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Nos gustaría dar las gracias a Carol McLeod y Just Joy Ministries por compartir este devocional. Para más información visita www.justjoyministries.com