La muerte no es mi dueñaMuestra

APRENDIENDO A PRACTICAR LA VOLUNTAD DE DIOS 

Era una mañana de domingo a las 6:18 a.m. cuando tomé la mano de mi esposo, la levanté y le dije que sería bueno tomar la mano del Señor e ir a casa.  Le habían diagnosticado cáncer de huesos 10 años antes.  En 2009, los médicos descubrieron que el cáncer había abandonado el hueso y para salvarle la vida, tendrían que amputarle tanto el brazo como el hombro. 

Wow, me quedé paralizada cuando el doctor me lo anunció en una habitación llena de mis familiares y de un amigo.  ¿Cómo él recibiría esta noticia?  ¿Cómo la estaba recibiendo yo?  Le pregunté al doctor si podía detener el procedimiento y permitir a mi esposo que tomase la decisión ya que era mucho para que lo decidiera yo.  

La mañana siguiente, su cirujana entró en su habitación y se sentó a charlar con él cara a cara.  Ella fue cuidadosa; aún más cuando le dio a mi marido la noticia.... Su única pregunta fue : "¿Podría esperar hasta después del día de acción de gracias?"  Ella consintió y lo programó para el 1 de diciembre de 2009.

No recuerdo mucho sobre el día de acción de gracias de aquel año, más allá de que estábamos con nuestros hijos y sus cónyuges.  No recuerdo la cena ni mucho sobre el evento, pero recuerdo las escrituras que nos decían que diésemos gracias en todo. 

"Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.” 1 Tesalonicenses 5:16-18

¿TE LO IMAGINAS?

¿Cómo podríamos, mi esposo y yo, dar gracias en toda circunstancia? Estaba a punto de perder su brazo y su hombro. Empecé a darme cuenta de cuánto damos por sentado lo cuánto nos ayudan nuestros miembros y sus articulaciones. Dan no hablaba mucho sobre esto, pero recuerdo su actitud tan positiva. Parecía que nos quería consolar, en vez de que nos sintiéramos apenados por él.  

"¿CÓMO ES TU MENTALIDAD ANTE TUS CIRCUNSTANCIAS?"

Esa noche en la cama, mi mente estaba desenfrenada.  Necesitaba sus dos brazos para su tipo de trabajo.  ¿Seríamos capaces de hacer frente a nuestras cuentas si no pudiese trabajar?  ¡No podrá ni lavarse su otro brazo!  No podrá atarse sus cordones o ponerse sus calcetines o abotonarse su camisa o anudarse su corbata.  ¡No será capaz de abrir un frasco o...o…o...!  Todo esto, mientras él dormía pacíficamente, como si no tuviese ni una preocupación.

Bueno, si iba a ser la esposa que él necesitaba, tenía que espabilarme y comportarme como tal.  ¡Por supuesto, no pensaba que podría llegar a hacer todo lo ya mencionado, pero Dios me iba a mostrar que yo estaba equivocada! 

Si la voluntad de Dios en todo eso es que nos alegremos, oremos, demos gracias independientemente del momento, entonces, sabíamos que esto era lo que teníamos que hacer.

QUÉ APRENDIMOS DE LO ESTUDIADO HOY:

• Cuál es la voluntad de Dios para nosotros

• Alegrémonos siempre

• Oremos siempre

• Seamos agradecidos en todas las cosas