¿Quién es Jesús? Parte 2Muestra

Creados para esto

Al mostrarnos lo que realmente significa ser humano, Jesús nos ofrece esta invitación a colaborar con Él en la restauración de la creación. Y aquí, Él explica la invitación a sus discípulos, encargándoles que continúen la obra que Él comenzó. He aquí las instrucciones:

“Dondequiera que vayáis, predicad este mensaje: ‘El reino de los cielos está cerca’. Sanad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad de su enfermedad a los que tienen lepra, expulsad a los demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratuitamente”. Mateo 10:7-8 NVI

Como seguidores de Jesús, fuimos creados y llamados por Dios para reflejar su bondad en toda la tierra; vivir nuestras vidas de tal manera que las personas que nos rodean y los entornos en que nos encontramos mejoren gracias a nuestra presencia. Imagina ese tipo de vida. ¿Qué sucedería si la manera en que tratas a las personas en todas tus relaciones las elevara tanto que incluso si la relación termina, ambos se marchan viendo con más claridad a Dios que cuando se conocieron? ¿Qué sucedería si reconoces que llevas contigo libertad, esperanza y el poder de cambiar vidas a dondequiera que vas? ¡Puedes hacerlo! Esta vida no sólo es posible, es a la que Jesús te ha invitado. Pero no es fácil. Las personas son con frecuencia muy resistentes al cambio. Y Jesús no está tratando de ocultarnos las dificultades. 

“Os envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sed astutos como serpientes y sencillos como palomas. Tened cuidado…” Mateo 10:16-17 NVI

Seguir esta invitación, asociarse con Jesús, requiere sabiduría y la motivación interna adecuada. Básicamente, debemos tener el corazón y la cabeza en orden. Me encanta eso porque estamos llamados a amar a Dios con todo lo que somos. No es sólo una cuestión emocional; también es una cuestión intelectual. ¿Significa que debemos tener todas las respuestas para aceptar la invitación? No, pero sí significa que estamos dedicando nuestros pensamientos a lo que es bueno, permitiendo que Dios nos capacite en renovar nuestras mentes y buscar su sabiduría. Jesús no es sólo nuestro Salvador; también es nuestro maestro. Aprendemos de él. Esta invitación para asociarnos con él en la restauración de la creación viene con la expectativa de que realmente seguiremos sus pasos y realizaremos la obra que Él estaba haciendo. 

... y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí. El que se aferre a su propia vida la perderá, y el que renuncie a su propia vida por mi causa la encontrará. Mateo 10:38-39 NVI

Esa vida auténtica y significativa que todos deseamos no viene de “encontrarnos a nosotros mismos”, sino de negarnos a nosotros mismos y elegir responder a la invitación de Jesús para asociarnos con Él en la restauración de la creación. Fuiste creado para esto. Aquí es donde está la vida: en negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguir a Jesús.