¿Quién es Jesús? Parte 2Muestra

Un poco de reparación

“Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados —se dirigió entonces al paralítico—: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”. Mateo 9:6 NVI

Jesús se refiere a sí mismo como Hijo del hombre, y no sólo eso, sino que afirma tener autoridad para perdonar pecados, algo que la comunidad religiosa que escuchaba creía que solo Dios tenía el poder de hacer. Puedes estar pensando, espera, creía que Jesús era el Hijo de Dios, ¿qué es esto del Hijo del hombre? ¿Jesús está confundido sobre su origen? No, hay mucha belleza envuelta en el significado de este título.  

Una forma de pensar en el Hijo del hombre es mediante la definición del “humano”. Algo que vimos en el Sermón de monte es que Jesús nos enseñó lo que realmente significa ser humano; nos mostró el tipo de relación que Dios desea tener con cada uno de nosotros. Nos presentó esta nueva forma de vivir, pensar, amar y ver. La verdadera manera de ser humano. Y en un mundo obsesionado con encontrar “nuestra verdadera identidad” y “vivir nuestra verdad”, Jesús nos enseña que la única manera de realmente encontrar una vida auténtica y significativa es negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguirlo.

Además, el título conecta a Jesús con Adán, ¡el primer hombre cuyo nombre significa literalmente humano! Pablo describe esta conexión diciendo: 

… Ahora bien, Adán es un símbolo, una representación de Cristo, quien aún tenía que venir; pero hay una gran diferencia entre el pecado de Adán y el regalo del favor inmerecido de Dios. Pues el pecado de un solo hombre, Adán, trajo muerte a muchos; pero aún más grande es la gracia maravillosa de Dios y el regalo de su perdón para muchos por medio de otro hombre, Jesucristo. Romanos 5:14-15 NTV

El primer hombre, Adán, trajo el pecado y, tras el pecado, la muerte. Pero Jesús, el segundo Adán, trajo el regalo de la vida. 

Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. Romanos 6:23 NVI

Jesús vino a deshacer el daño del pecado que entró en la creación a través de la rebelión de Adán. Como un contratista en un taller de reparaciones, él comenzó el proceso de restauración. Y ahora, Jesús nos ha invitado a asociarnos con él para restaurar la creación. Al hacerlo aprendemos lo que significa verdaderamente ser humano. Es a través de esta asociación que encontramos la vida auténtica y significativa que todos buscamos.