Dinámicos: una vida que vale la pena vivirMuestra

Uno de los frenos más desalentadores en tu misión de experimentar una vida de vitalidad incomparable no es otro que ¡tú mismo! A menudo es el yo el que se interpone en el camino de abrazar cada día como si fuera un milagro, a cada persona como si fuera un regalo y cada momento como una nueva oportunidad para lo significativo.

Sé que solo puedo hablar por mí misma, no por ti, pero acepto plena responsabilidad por todos esos momentos en los que he eliminado la amabilidad de mi lista de respuestas apropiadas y por escoger aferrarme al dolor pasado en vez de dejarlo ir. Pablo tiene un consejo dinámico para aquellos de nosotros que admitimos nuestra propia debilidad en cuanto a cómo tratamos a otros. Es un consejo sencillo y una sabiduría sin complicaciones que viene del corazón del Padre a través de la pluma de Pablo.

Pablo y el Espíritu Santo se han aliado para ayudarnos con ese pequeño órgano muscular que se encuentra entre nuestras perlas blancas. El requisito es este: «Nunca, ni siquiera una sola vez, dejes que una palabra dañina salga de tu boca. ¡No lo hagas! ¡Te arrepentirás! ¡Fuiste hecho para mucho más!»

Aunque puedas considerar que esto es una conjetura por mi parte, podemos estar seguros que el corazón del Espíritu Santo pretendía comunicar Su profunda tristeza por la forma en que nos hablamos entre nosotros.

La palabra que el Espíritu Santo susurró al oído de Pablo en relación con esta situación es afligir. Solo es posible afligir a alguien que te ama profundamente. ¿No es maravilloso saber que el Espíritu Santo te ama profundamente? Él desea tener una relación personal y preciosa contigo.

¡Oh! No quiero ser culpable de afligir a alguien que me ama profundamente, ¿y tú? Deseo que mi vida sea un aroma fragante para el Espíritu Santo, no un hedor repugnante. He aprendido que agradar al Espíritu Santo es más que simplemente leer la Biblia, dar el diezmo o pasar tiempo de rodillas en oración. El Espíritu Santo se complace con mi vida cuando expreso palabras de gracia aun en situaciones conflictivas.