Foto: El antiguo hipódromo de Cesarea Marítima, símbolo de la riqueza y la importancia de la ciudad en la antigüedad. © Ministerios Denison

Reflexionemos

Uno de los temas principales que se encuentran en las Escrituras es la importancia de reflexionar sobre lo que Dios ha hecho para que podamos internalizar esas lecciones para cuando más las necesitemos.

Por ejemplo, cuando Israel vagaba por el desierto, el Señor llevó a Moisés a recordarles con frecuencia a los israelitas lo que había hecho al sacarlos de Egipto (Deuteronomio 6:12) y todas las formas en que les había proporcionado en medio de sus peregrinaciones (Deuteronomio 8:2).

El propósito de ese recuerdo era que Dios sepa que somos criaturas olvidadizas que, como Pedro en la barca en el Mar de Galilea, somos propensos a prestar más atención a las tormentas que nos rodean que al Dios frente a nosotros.

Una de las mejores maneras de combatir esa tendencia natural es crear tiempo en tu agenda dedicado simplemente a reflexionar sobre lo que Dios te ha enseñado y todo lo que ha hecho por ti en los últimos días.

Con ese fin, pasaremos tiempo en oración, pidiéndole al Señor que nos ayude a hacer las conexiones necesarias para interiorizar esas enseñanzas hasta el punto de que estarán ahí cuando más las necesitemos.

Nuestra esperanza es que este tiempo de reflexión enfocada pueda convertirse en un patrón en su caminar con el Señor que dé frutos mucho después de que nuestra celebración de la Pascua haya llegado y terminado.

Entonces, con eso en mente, comenzamos con Tel Aviv, donde discutimos los orígenes del Israel moderno y el llamado de Dios a la regeneración y la renovación.

Desde allí, pasamos el resto de la semana en Cesarea Marítima, donde el Señor nos advirtió de los peligros inherentes a las lealtades divididas y nos llamó a mostrarle el mismo tipo de amor y devoción que Él nos ha mostrado a nosotros. Fue aquí donde Dios nos recordó que no puede haber éxito ni significado duraderos sin Él. Y fue aquí donde profesamos nuestra gratitud a Dios por recibirnos en Su familia, tal como lo hizo con Cornelio.

No sé cuál de estas lecciones necesitabas escuchar más esta semana, pero pasemos el resto de nuestro tiempo hoy en oración, pidiéndole al Señor que hable una vez más a través de estos lugares antiguos y las historias que cuentan para dibujar. a caminar más cerca y más fuerte con Él.

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