Amar como JesúsMuestra

Un cuerpo, muchas partes

Acababa de hablar por teléfono con mis padres, quienes me contaron noticias que nunca pensé o esperé escuchar: mi hermano se había quitado la vida. No sabía qué hacer porque él era mi persona a quien acudir en momentos de necesidad. Siempre que pasaba algo, bueno o malo, él era la primera persona a la que llamaba.

Afortunadamente, tenía una comunidad de personas con quienes vivir. Llamé a mi líder de grupo pequeño, y en una hora, cuatro amigos vinieron a mi apartamento para estar conmigo. Y lo que sucedió durante las siguientes semanas y meses fue increíble. Algunos vinieron a mi casa y me dejaron llorar. Otros me sacaron y me hicieron reír. Algunos proporcionaron comidas. Otros hicieron donaciones caritativas en honor de mi hermano. Algunos condujeron durante la noche para estar en el servicio conmemorativo de mi hermano y apoyarme. Otros incluso decoraron mi apartamento para Navidad para darme la bienvenida de mi difícil viaje. Mis amigos hicieron lo que Dios equipó a cada uno de ellos para hacer para cuidar de mí.

1 Corintios 12 enseña que somos un cuerpo con muchas partes. Dios nos ha dado a cada uno de nosotros dones, talentos y pasiones únicos para usarlos al servicio de los demás. Siempre estaré agradecido por mis amigos que usaron lo que tenían para servirme en mi momento de dolor. Hoy quiero animarte a recordar que tienes exactamente lo que se necesita para servir a los demás y amar como Jesús en su momento de mayor necesidad.

Amanda Davis
Life.Church Tulsa