Amar como JesúsMuestra

Como Cristo ama a la Iglesia (parte 1)

Cuando era pequeña, soñaba con mi boda, desde el pastel hasta el vestido e incluso el hombre con el que me casaría. Cuando sueña con cómo será su día especial, nunca piensa en las pruebas que vendrán después de ese día.

Antes de que yo naciera, a mi madre le diagnosticaron un caso grave de artritis. Cada día era una lucha para ella. Mi padre eligió amarla y servirla a diario. Algunos días simplemente cocinaba su desayuno o la ayudaba a atarse los zapatos. Independientemente de la tarea, mi padre amaba a mi madre. Muchos años después, vi a mi padre servir a mi madre de una manera nueva cuando a mi madre le diagnosticaron linfoma de Hodgkin. Mi padre pasó sus días amándola, sirviéndola y orando por ella. Nunca había visto a mi padre tan agotado tanto física como espiritualmente, pero continuó. Este fue su compromiso con Cristo y con mi madre.

Poco después de que mi esposo y yo nos casáramos, enfrentamos pruebas íntimas que ningún matrimonio debería enfrentar. Una actividad que una vez nos trajo alegría, ahora nos trajo dolor y lágrimas. Cada vez, lloraba hasta quedarme dormida. El dolor, la falta de intimidad y la sensación de que yo era un fracaso como esposa abrieron una brecha entre nosotros.

Fueron días difíciles que se convirtieron en años que ninguno de los dos estaba seguro de que terminaría. Mi esposo estuvo a mi lado. Dejó a un lado cada sentimiento de dolor y eligió amarme donde estaba. Me amó a través del dolor y las lágrimas. Hoy, todavía me ama. La gente dice que las niñas buscan maridos que muestren las mismas cualidades que sus padres. Hoy más que nunca, estoy agradecido de haber encontrado un alma gemela que ama como mi padre y que ama como Jesús.

Shelley Martin
Equipo de TI de Life.Church