Viviendo una vida feliz: Un devocional de 7 días para padres sobre cómo vivir desde la aceptación en lugar de para la aceptaciónMuestra

Día 1: Dos maneras de vivir

Dos alumnos de quinto curso irán a su entrenamiento de fútbol hoy. Uno jugará para conseguir la victoria: la victoria sobre los demás y la victoria para sí mismo. El otro jugador también dará lo mejor de sí mismo, pero por un motivo distinto. Él ya ha alcanzado la victoria gracias a Jesús, así que ahora puede disfrutar y jugar en libertad. Juega con menor presión y mayor gozo. 

Dos médicos operarán a alguien hoy. Uno hará la operación porque quiere probar su valía. El otro la llevará a cabo con la confianza de que ya es valioso gracias a lo que ha hecho Jesús por él. 

Dos artistas van a pintar hoy. Una va a pintar porque busca la aprobación de los demás; piensa que si su pintura es «perfecta» entonces quizás la gente le dará su aprobación. La otra artista pinta porque sabe que ya ha sido aceptada por Jesús, así que disfruta creando porque su Salvador es creativo y le ha dado esa pasión de crear. 

A simple vista, si te basas en las actividades o el trabajo que realizan, no puedes detectar ninguna diferencia ni entre los dos alumnos de quinto curso, ni entre los dos médicos, ni entre las dos artistas. Harán muchas de las mismas cosas hoy, y, sin embargo, la razón por la que hacen esas cosas es muy distinta. En el cuento infantil, The Quokkas, The Snails, and the Land of Happiness (Los quokkas, los caracoles y la tierra de la felicidad), los quokkas y los caracoles viven vidas similares, pero sus motivaciones son muy diferentes. Los caracoles buscan la aprobación de los demás. Los quokkas —los felices— viven sabiendo que ya han recibido esa aprobación. 

Tú también tienes la posibilidad de vivir de dos maneras. Puedes vivir la vida en busca de la victoria o desde la victoria que Jesús aseguró para ti. Puedes vivir en busca de aprobación o desde la aprobación que Dios ya te ha dado. Puedes vivir con la intención de justificarte a ti mismo o puedes vivir desde la certeza de que Jesús ya te ha justificado. 

Como Jesús te ha hecho justo ante Dios, ya no tienes que vivir la vida en buscade nada. Puedes vivir la vida desdeotra posición. Y cuando lo hagas, sentirás la paz y el gozo de Dios.