Reflexiones de NavidadMuestra
Dios elige
Nuestra historia de Navidad comienza con la anunciación del ángel a María y concluye con la visita de los magos. En estas reflexiones y aplicaciones de la narrativa navideña me referiré principalmente a Lucas, ya que el suyo es el relato más completo de los evangelios.
Es una historia profundamente personal y particular, y a la vez, muy pública y sorprendente.
Los actores humanos incluyen a una joven adolescente judía, al arcángel Gabriel, a José, a los pastores locales y a los magos de Oriente que completan la historia. Nunca antes, ni después, se ha reunido un reparto más inversosímil. El drama que se desarrolló tuvo consecuencias universales, no sólo locales.
La historia de Navidad se vuelve a contar cada año en miles de formas, literalmente en millones de lugares. Es infantil en su atractivo y sencillez, rica y madura en términos teológicos, y amada por muchos. Quiero decir, ¿quién no ha participado o sido un animal en una obra del nacimiento?
Todo comenzó con una joven virgen, María, quien vivía con su familia en Nazaret. Sabemos que Nazaret era poco memorable: “De Nazaret puede salir algo bueno”. No es un comienzo muy auspicioso cuando se elige a la persona menos conocida y menos probable que proviene de un pueblo apartado al que no se le da importancia. Pero esta es muy a menudo la firma del trato de Dios con la humanidad: “a fin de que nadie se jacte en su presencia”.
¿Con qué frecuencia confundimos las preferencias, las fortalezas y el ingenio humano con los de Dios? Sus caminos son más altos. Esto significa que no podemos imaginarlos ni comprenderlos; no es que se trate de una versión de lo que haríamos, sino mucho más. Más altos, en este caso, significa más allá de nuestro alcance o comprensión.
¿Quién de nosotros eligiría a la persona más insignificante del lugar más apartado e intrascendente para influir en el mundo para siempre? Acudimos a las mejores universidades o empresas y elegimos a alguien con un currículum impresionante. Dios no lo hace así. Él elige a los invisibles, a los humildes, a los modestos, porque saben que no es su fuerza o su perspicacia lo que hace que se realice el trabajo. Son muy conscientes de sus desventajas, sus defectos, su humanidad.
Dios elige a los improbables, a los menos cualificados, a los más conscientes de sus defectos; los pecadores son los mejores santos. En su Reino, las ventajas y la pompa mundana son superadas por la simple obediencia y la admiración.
Escritura
Acerca de este Plan
Nuestra historia de Navidad comienza con la anunciación del ángel a María y concluye con la visita de los magos. En estas reflexiones y aplicaciones de la narrativa navideña me referiré sobre todo a Lucas, ya que el suyo es el relato más completo de los evangelios.
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