Una sacudida de gozoMuestra
El rey David sabía de la importancia de decirle a su alma que bendijera al Señor. Tu alma es el lugar donde nacen tus sentimientos, emociones y deseos y, por desgracia, tu alma no "siente" siempre que quiera bendecir al Señor. Habrá momentos en tu vida cuando tu alma sólo quiera lamentarse y demande su derecho a ser escuchada. En esos momentos, debes tratar a tu alma como tratarías a un niño de dos años fuera de control. Debes ordenarle a tu alma, como hizo David: "¡Bendice al Señor!".
Tu espíritu debería ser parte de tu hombre interior que da las órdenes en tu vida. Desgraciadamente, en nuestro siglo XXI, en esta sociedad de psicología barata, hemos dado más importancia al alma y menos al espíritu. Nunca serás capaz de caminar por fe en lugar de hacerlo por vista, si permites que tu alma esté en control. Nuestra alma está dirigida por las circunstancias , pero nuestro espíritu es guiado por el Espíritu de Dios y la Palabra de Dios. No permitas que tu alma sea el jefe de tu espíritu, por más alto que pueda llegar a gritar.
Tu alma dice cosas lastimeras como:
"La música está demasiado alta. Me quedaré aquí para criticar después".
"Estoy demasiado cansado para levantar mis manos en alabanza".
"No puedo afrontar poner algo en la ofrenda esta semana".
"Estoy demasiado cansado para ir a la reunión de Estudio Bíblico. Me duele la cabeza. Puede que sea un tumor".
Sin embargo, cuando tu espíritu es el que habla, suena mucho más como la Palabra de Dios:
"¡Me encanta ser un dador alegre!".
"Me niego a preocuparme... ¡Voy a confiar en que el Señor suplirá!".
"¡Estoy tan agradecido de que en esta iglesia se alabe con entusiasmo!".
Flexiona tus músculos espirituales y permite que tu espíritu te guarde y controle las respuestas de tu alma en la vida.
Tu espíritu debería ser parte de tu hombre interior que da las órdenes en tu vida. Desgraciadamente, en nuestro siglo XXI, en esta sociedad de psicología barata, hemos dado más importancia al alma y menos al espíritu. Nunca serás capaz de caminar por fe en lugar de hacerlo por vista, si permites que tu alma esté en control. Nuestra alma está dirigida por las circunstancias , pero nuestro espíritu es guiado por el Espíritu de Dios y la Palabra de Dios. No permitas que tu alma sea el jefe de tu espíritu, por más alto que pueda llegar a gritar.
Tu alma dice cosas lastimeras como:
"La música está demasiado alta. Me quedaré aquí para criticar después".
"Estoy demasiado cansado para levantar mis manos en alabanza".
"No puedo afrontar poner algo en la ofrenda esta semana".
"Estoy demasiado cansado para ir a la reunión de Estudio Bíblico. Me duele la cabeza. Puede que sea un tumor".
Sin embargo, cuando tu espíritu es el que habla, suena mucho más como la Palabra de Dios:
"¡Me encanta ser un dador alegre!".
"Me niego a preocuparme... ¡Voy a confiar en que el Señor suplirá!".
"¡Estoy tan agradecido de que en esta iglesia se alabe con entusiasmo!".
Flexiona tus músculos espirituales y permite que tu espíritu te guarde y controle las respuestas de tu alma en la vida.
Escritura
Acerca de este Plan
La Biblia nos cuenta que "en su presencia hay plenitud de gozo" y que "el gozo de nuestro Señor es nuestra fortaleza." El gozo no es una simple emoción; es un fruto del Espíritu y una de las mejores armas en tu arsenal para luchar contra el desánimo, la depresión y la derrota. Pasa 31 días aprendiendo lo que la Biblia tiene que decir sobre el gozo y fortaleciéndote para llegar a ser un cristiano atrevidamente gozoso.
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Nos gustaría dar las gracias a Carol McLeod por proporcionarnos este plan. Para más información, por favor visita: www.justjoyministries.com