Una sacudida de gozoMuestra

Un día, en la Universidad cristiana en la que estaba estudiando, tuve una citación intimidante para hablar con el rector. Solicité cambiar mi especialidad con mi carrera ya bastante adelantada, y este gran hombre quería que estuviera seguro del impacto que esto podría tener en la posibilidad de graduarme a tiempo. Su secretaria me llamó a mi cuarto y me notificó del día y la hora a la que tenía que asistir.

Según subía hasta la sexta planta del edificio académico, mi boca estaba seca, me dolía el estómago y mis rodillas se entrechocaban ruidosamente. ¡¿En qué estaba pensando? ¿Cómo pretendí tomar una decisión tan descerebrada como para que el propio rector me llamara a su propia oficina?!".

Cuando llegué a la zona protegida del edificio donde este gran hombre trabajaba, su secretaria me acompañó hasta su prestigiosa oficina. Me informó de que él llegaría enseguida y que tomara asiento.

Según miraba alrededor en su oficina, vi certificados y diplomas de algunas de las más célebres instituciones y de mayor prestigio de la época. Había ganado más grados académicos en su sola vida que lo que toda mi familia al completo, incluyendo tíos, sobrinos, etc. hubiesen pensando nunca poder lograr.

Pero el cuadro enmarcado que me cautivó no fue un diploma ni un certificado. No era una imagen del rector saludando a un gobernante o un licenciado. La imagen que me desafió hasta lo más profundo de mi corazón fue una de Jesús... con su cabeza inclinada riéndose y una sonrisa contagiosa de oreja a oreja. Debajo de esta imagen estaba el pasaje: "¡Tu Dios se regocija en ti!".

¿Has descubierto que el gozo es uno de los grandes atributos del mismo Dios? El gozo es una parte integral del carácter de Dios. hay un profundo deleite en todo lo que Él hace y un entusiasmo genuino en lo que Él emprende.

¿Qué es lo que provoca que Dios esté lleno de gozo? La respuesta te humillará... ¡Tu eres lo que llena de gozo al Dios del universo! Dios se regocija en ti igual que un esposo se regocija con su preciosa esposa.

¡Dios está tan contento de tener una relación contigo que está cantando sobre ti!