Perdonar lo que no puedes olvidar: Un reto de 5 diasMuestra
![Forgiving What You Can’t Forget: A 5-Day Challenge](/_next/image?url=https%3A%2F%2Fimageproxy.youversionapi.com%2Fhttps%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Fyvplans%2F22635%2F1280x720.jpg&w=3840&q=75)
DÍA TRES
La cura diaria para un corazón oprimido
VERSÍCULOS: Mateo 6:9-15
¿Sabías que Jesús nos ha dado la oración perfecta para orar cada día y ayudarnos a salir airosos de cualquier ofensa que se nos presente?
En Mateo 6, leemos acerca de cómo Jesús enseñó a sus discípulos a orar, mejor conocido como el Padre Nuestro. Y hoy quiero destacar las partes en las que Jesús hace más énfasis: la confesión y el perdón.
Si aún no lo has hecho, tómate un momento para leer Mateo 6:9–15.
Dar y recibir perdón constituye casi la mitad de lo que Jesús enseña aquí. ¡Increíble!
Esto me llama la atención y me hace inclinarme un poco más a lo que Jesús quería que hiciéramos a diario, además de solo orar para pedir ayuda y la provisión de Dios.
El Padre Nuestro nos recuerda lo que el corazón humano necesita cada día: necesitamos a Dios, necesitamos ser perdonados y necesitamos perdonar. Lo que significa que el perdón debe formar parte de nuestra vida cotidiana tanto como comer y dormir.
Pero admito que ni siquiera estoy segura de haber hecho esto semanalmente, y mucho menos a diario. Y tal vez esa es la razón por la que a menudo tengo una inexplicable sensación de pesadez dentro de mí.
Me ofendo muy fácilmente. Me pongo a la defensiva con demasiada rapidez. Soy muy lenta para recurrir a la oración. Confieso muy pocas veces. Y con demasiada frecuencia no perdono.
Pero quiero cambiar esto. Quiero madurar en esto.
Sé que no lo haré a la perfección, pero eso no significa que no lo intente en absoluto.
Hace unas semanas, alguien a quien he estado tratando de ayudar me sorprendió por completo con una reacción que sentí sumamente fuera de lugar y francamente inmerecida. Me sentí herida. Todo lo que quería hacer era dejar de ayudar y dar paso a un desahogo total de mi dolor sobre ella.
Pero en lugar de reaccionar inmediatamente, recordé cómo esa mañana había orado el Padre Nuestro y le había confesado varias cosas al Señor en las que mi propio corazón necesitaba trabajar.
Había decidido perdonar de antemano a aquellos que pudieran hacer o decir algo que pudiera lastimarme o provocarme una emoción fuerte ese día.
En lugar de dejar que mi ira me incitara a causar más daño y dolor, simplemente dejé que mi enojo me indicara que había que arreglar algo entre mi amiga y yo. Le pregunté si podía venir a mi casa, y en lugar de tratar de resolverlo o hablarlo, tal vez podríamos orar juntas.
Dejé que Jesús en mí hablara con Jesús en ella. Mientras orábamos, la paz más inexplicable se apoderó de nosotras. No necesariamente resolvió el problema en cuestión, pero sí evitó el caos de añadir más dolor, confusión y más oportunidades para el resentimiento.
La confesión rompe el ciclo del caos dentro de mí.
El perdón rompe el ciclo del caos entre nosotras.
El Padre Nuestro preparó mi corazón para algo que ni siquiera sabía que vendría más tarde ese día.
Oh, amigo… créeme cuando digo, el mejor momento para perdonar es antes de que nos ofendamos. El siguiente mejor momento para perdonar es ahora mismo.
RESPONDER:
¿Te sorprende ver que la confesión y el perdón deben formar parte de nuestra vida cotidiana? ¿Con qué frecuencia se presentan estas dos prácticas en tu vida? Sabiendo que no hay condenación si ha pasado un tiempo, empieza hoy mismo. Dedica tiempo a limpiar tu corazón con la confesión y el perdón.
Escritura
Acerca de este Plan
![Forgiving What You Can’t Forget: A 5-Day Challenge](/_next/image?url=https%3A%2F%2Fimageproxy.youversionapi.com%2Fhttps%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Fyvplans%2F22635%2F1280x720.jpg&w=3840&q=75)
¿Alguna vez te has sentido atrapado en un ciclo de dolor sin solución, recordando ofensas una y otra vez en tu mente? Sabes que no puedes continuar así, pero cuando tu corazón se ha hecho pedazos, el perdón parece una petición imposible. Lysa TerKeurst lo comprende profundamente y te invita a acompañarla en este Plan de lectura de 5 días de su nuevo libro Perdonar lo que no puedes olvidar y descubrir el don sanador de Dios.
More