Posturas de Adviento: un devocional diario de NavidadMuestra

¿Cuándo fue la última vez que te arrodillaste durante el tiempo de oración? Puede que te sientas raro, tal vez incluso un poco incómodo, ¡pero pruébalo! 

Observa cómo este cambio en tu postura física puede ayudar a inspirar e influir en tu postura espiritual.

La oración se trata de transformarnos. Se trata de ayudarnos a tomar posturas de adoración, asombro, rendición y manos abiertas ante Dios. Es importante recordar que todas estas posturas, incluida la rendición, no son cosas únicas. Se necesita una reforma constante de nuestros corazones, manos y hábitos ante Dios.

Oremos.

Señor Jesús, confieso que mi mundo a menudo se trata más de mí que de ti o de las personas que has puesto en mi camino. Es tentador y mucho más fácil solo cuidar de mí mismo y mirar a mis propios intereses, no a los de los demás. Pero sé que nos pides que vivamos de forma contracultural, y que no nos pides que hagamos nada que aún no nos hayas enseñado a hacer tú mismo.

Jesús, gracias por tu encarnación. Por elegir estar con nosotros en el desorden y el quebrantamiento de nuestro mundo. Gracias por el ejemplo que nos diste al tomar la naturaleza de un siervo.

Jesús, ¿me revelarías las formas en que necesito practicar la rendición y la humildad? ¿Me abrirías los ojos a las formas en que me estás invitando a estar con los demás, a servirles, a mirar sus intereses? 

Jesús, esperamos con ansias el día en que cada lengua te reconozca como Señor para la gloria de Dios Padre. 

Amén.