¿Qué dice la Biblia?Muestra
Ananías y Safira
Hechos 5 comienza con una historia realmente difícil de leer y procesar para nosotros. Un hombre llamado Ananías, junto con su esposa, Safira, vendieron una propiedad, pero se quedaron con parte del dinero antes de poner el resto "a disposición de los apóstoles".
De alguna manera, Pedro supo lo qué hizo Ananías y lo confrontó al respecto diciendo: "Ananías, ¿cómo es posible que Satanás haya llenado tu corazón…” También Pedro le dijo que el dinero era suyo para usarlo a su disposición. A Pedro parecía importarle menos el dinero retenido, pues realmente confiaba en Dios para la provisión, y más la deshonestidad mostrada por Ananías y Safira.
Inmediatamente después de la confrontación, Ananías cayó y murió en el acto. Por si eso no fuera lo suficientemente duro, Safira llegó unas horas después sin saber lo que acababa de sucederle a su marido. Pedro la enfrentó y también murió en el acto. La muerte de ambos incitó un gran temor en el pueblo.
¡Qué pasaje tan intenso! Da la sensación que el “castigo no se ajustaba al crimen". ¿No es así? Para discernir este pasaje de manera precisa, es importante volver al capítulo anterior.
Al final de Hechos 4, vemos una fuerte unidad entre todos los creyentes. Leemos en Hechos 4:32 NVI que: "Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían". El Espíritu de Dios estaba obrando tan poderosamente en cada uno de ellos, incluyendo a Pedro y Juan, que nadie tenía necesidad. Parte de la razón por la cual sus necesidades fueron satisfechas se puede leer en los versículos 34 y 35:
Pues no había ningún necesitado en la comunidad. Quienes poseían casas o terrenos los vendían, llevaban el dinero de las ventas, y lo entregaban a los apóstoles para que se distribuyera a cada uno según su necesidad (Hechos 4:34-35 NVI).
Al pensar en el final de Hechos 4 y la descripción de los creyentes, Ananías y Safira no parecen mezclarse, ¿verdad? Había tal pureza en este grupo de creyentes. Tenían “un solo corazón y una sola mente", nadie era egoísta y las necesidades de todos estaban cubiertas. Era una hermosa comunidad de personas que hacían vida en común. Pero Ananías y Safira parecían ser una falsificación del verdadero corazón de esa gente desinteresada. Tal vez, querían ser como ellos, pero a la hora de tener dinero en sus manos, simplemente no podían. Así que, mintieron para obtener un honor inmerecido, haciéndose parecer más generosos de lo que realmente eran.
A pesar de lo desafiante que es la lectura de este pasaje, podemos seguir tratando de entender pasajes que no siempre tienen sentido. Pero, al final, confiemos en nuestro Dios de pensamiento superior y descansemos, que Él tiene el control total.
Escritura
Acerca de este Plan
Si alguna vez has tenido preguntas acerca de la Biblia, ¡estás en buena compañía! Todos hemos pasado por eso. A veces, algunas partes de la Biblia pueden ser confusas. En este Plan Bíblico, discutiremos algunos pasajes que pueden ser difíciles de entender y aprenderemos algunos consejos útiles para explorar las Escrituras.
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