Mejor que lo normalMuestra

Malos hábitos

Lo admitamos o no, tenemos malos hábitos. Eso que hacemos y decimos, pero que desearíamos que no. Algunos hábitos son difíciles de romper y otros son increíblemente difíciles de romper. Tal vez seamos propensos a la pereza, chisme o abuso de sustancias. 

Como sea, es probable que nos hayamos acomodado a ciertos hábitos, o pensemos que son demasiado difíciles de superar. ¿Por qué el cambio es tan desafiante? El apóstol Pablo se refiere a esto en Gálatas 5:16-17. Dice que debemos "vivir guiados por Espíritu" porque queremos lo que está "en contra del Espíritu". Básicamente, lo que sabemos que está bien y mal está en guerra entre sí. Así que, al intentar hacer lo correcto, hay literalmente una guerra para tratar de impedirlo.

También podemos decir que lo normal está en guerra con lo mejor que lo normal. Aquí algunas conclusiones de la lectura bíblica de hoy:

Lo normal se ajusta al mundo, pero lo mejor que lo normal renueva la mente.
Lo normal cede a la tentación, mas lo mejor que lo normal confía en Dios para hallar una salida.
Lo normal cede a los deseos carnales, pero lo mejor que lo normal camina por el Espíritu de Dios.
Lo normal se da a la preocupación, pero lo mejor que lo normal ora por fuerza y guía. 
Lo normal deja que el mal gane, mas lo mejor que lo normal se somete a Dios.
Lo normal ignora el pecado, pero lo mejor que lo normal se arrepiente y recibe el perdón.

En conclusión, si nos centramos en vencer los malos hábitos, puede ser difícil hacerlo. Mas si nos esforzamos por hacer que nuestra vida sea saludable, muchos de los malos hábitos adoptados caerán. En lo que nos centramos es lo que se fortalecerá en nuestras vidas. 

El pastor Craig Groeschel dice: "Si es importante, encontrarás la manera. Si no lo es, encontrarás una excusa". En lugar de poner excusas sobre la mala alimentación o forma de hablar, busquemos la manera de ir de lo normal a mejor que lo normal. Y la mejor manera de superar malos hábitos es renovar de continuo nuestra mente pensando en —las cosas que son verdaderas, honorables, correctas, puras, hermosas y respetadas— como dice Filipenses 4:8 (NVI).  Nuestras acciones no cambiarán hasta que nuestras mentes lo hagan.

¿Con cuáles malos hábitos luchas? ¿Hay acciones o palabras en ti que son normales, pero no beneficiosas? Si no estás seguro de lo que debe irse, pide a Dios que te revele lo que debe cambiar, y así puedas empezar a vivir una vida mejor de lo normal.