Mejor que lo normalMuestra

Trabajo

El trabajo es algo bueno que Dios ha dado. Los niños trabajan en la escuela y hacen actividades en casa. Ciertos adolescentes hacen deportes, mientras otros obtienen su primer empleo. Los adultos trabajan criando niños, sirviendo a otros y dirigiendo compañías. Algunos van a trabajar lejos de sus hogares, y otros no. A algunos se nos paga por trabajar, y a algunos no. Algunos amamos nuestro trabajo, y otros no. No importa qué hacemos o cómo, Dios nos ha dado este regalo para proveer para nuestras familias y hacer la diferencia en el mundo.

Aún cuando nuestro trabajo es un regalo de Dios, a veces desarrollamos una relación no saludable con él (como con el dinero). Por ejemplo, algunos trabajan de más, al punto de consumirse, lo que puede llevar a serios problemas de salud. Otras veces, podemos luchar con trabajar menos, por elección o por circunstancias fuera de control. El trabajo duro y el descanso son ambos muy valiosos; pero al final debemos encontrar un punto de vista mejor que lo normal y trabajar con ética en relación a cuánto producimos.

Veamos la diferencia entre cómo luce lo normal y lo mejor que normal:

Lo normal haya su identidad en un trabajo, mientras que lo mejor que normal sabe quienes somos en Cristo.
Lo normal elije ser adicto al trabajo, pero lomejor que normal sabe cuando decir "no".
Lo normal acepta el cansancio, mas lo mejor que normal valora el descanso.
Lo normal busca maneras de evitar el trabajo difícil, mientras que lo mejor que normal persevera.
Lo normal ve lo que hace, pero lo mejor que normal ve propósito en cómo trabajar.
Lo normal hace el mínimo necesario, mas lo mejor que normal trabaja con integridad.

Las personas de este planeta son únicas y diversas. Más allá de cómo trabajamos, elegimos trabajar duro en lo que hagamos. La mejor forma de hacerlo es vernos trabajando para Dios.

Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente(Colosenses 3:23 NTV).

No importa cómo son los horarios y tareas de nuestros trabajos, consideremos que Jesús es nuestro empleador. Sí, debemos trabajar duro para hacerlo bien y honrar a nuestros empleadores terrenales; mas poniendo a Jesús primero en mente es aún mejor porque podemos honrarlo al trabajar duro y descansar bien.

¿Con cuáles cosas te sientes saludable, y con cuáles debes hacer cambios? Pasa tiempo pensando en tu vida laboral.