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¡Mujer, valórate!Muestra

¡Mujer, valórate!

DÍA 4 DE 5

  

Tu proyección habla de tu valor

El matrimonio, las posesiones, tus logros, tus problemas no determinan tu valor. Pero tu forma de vestir, tu manera de hablar y tu comportamiento dicen si te respetas y te valoras a ti misma.

El buen vestir no nos añade valor, tú ya vales. El buen vestir crea en ti una sensación de bienestar y seguridad que ayudan a tu proyección. Procura siempre lucir de la mejor manera que puedas. Arréglate. Combínate. Péinate. Perfúmate. Maquíllate. Muchas se preguntarán: ¿cómo lo hago, si yo no tengo ese don? Infórmate.

Existe una gran polémica en decidir si nuestras palabras afectan nuestra actitud o si nuestra actitud afecta nuestras palabras. ¿Hablas positivo porque te sientes positiva o te sientes positiva porque hablas positivamente? Creo que la influencia se da en ambas direcciones. Hay días en que puedes sentirte fabulosa y, por eso, te expresarás de esa manera. Hay otros días en que te sentirás mal, pero al expresarte como si te sintieras fabulosa, te sentirás mejor.

Aprende a expresarte y determínate a hablar. Créeme cuando te digo que a alguien le importa lo que tú tengas que decir y alguien te va a escuchar. Pero callada te devalúas. Tus palabras valen. 

Además de tu actitud y de atreverte a hablar, debes saber qué hablar. De nuestra boca no puede salir cualquier cosa. Qué horror escuchar a mujeres decir: “Yo digo las cosas como las siento” o la frase: “yo no tengo pelos en la lengua”. ¡Qué horror! ¡Qué bueno puede salir de hacer las cosas por impulso y sin pensar!

La puntualidad, el saber dirigirse y respetar a personas de autoridad, saber comportarse en lugares públicos y privados, tiene recompensa y nos armoniza nuestro valor propio. Al igual que la vestimenta y nuestro hablar, los modales no nos dan valor, pero nos pone en sincronía con el valor que nos damos a nosotras mismas. Los buenos modales facilitan la convivencia con otros, pero también afirman nuestro valor propio. No se trata de solo mostrarles respeto a los otros, se trata de respetarte a ti misma. Si dentro de ti hay valor y respeto, estos se van a proyectar en tu vestimenta, tus palabras y tu comportamiento.

De la misma manera que no debes permitir que otros decidan tu valor, no decidas tú el valor de otra mujer. No te desprecies, y no mires con desprecio a ninguna. Todas las mujeres valen. Celebra tus decisiones, tus logros, tu caminar, y valórate, así como eres, con lo que tienes y lo que no tienes. Y respeta y celebra el caminar de las otras mujeres, valora sus decisiones, lo que tienen y lo que no tienen.  

Adopta esta actitud hacia otras mujeres y hacia ti misma. Así como somos únicas e irrepetibles, nuestras decisiones y caminar son únicos e irrepetibles. Entiende que tu valor es incondicional e independiente de tus estudios, tu estado marital, tus posesiones y tus logros. Tú existes, eres, vives, respiras, sientes y has escogido. Aun cuando tu vida no haya tomado el rumbo que quieres, tu vida vale y tú vales. 

Día 3Día 5

Acerca de este Plan

¡Mujer, valórate!

El fundamento del desarrollo de una mujer en todos sus roles es que se valore a sí misma. En la medida en que la mujer se valora, las otras personas le reconocen el valor que tiene, se atreverá a desarrollar sus talentos según su propia opinión y llegará adonde desea. Su comportamiento, su apariencia, sus metas mostrarán cuánto se valora a sí misma.

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