Íntimos de DiosMuestra

Decido ser íntimo

Cuando Jesús caminaba por la tierra había muchas clases de personas cerca, pero no todos los que estaban cerca eran íntimos.

• Multitud: Siempre que Jesús hablaba en público era rodeado por una multitud que estaba cerca, pero no estaba interesada en su persona sino en lo que Jesús podía dar. Estaban por «los panes y los peces»; después de que se alimentaban y saciaban su necesidad, la mayoría se iba a sus casas y seguía sus vidas normales.

• Religiosos: Siempre que Jesús enseñaba o hacía un milagro había un fariseo cerca. Estaban cerca para encontrarle un error e intentar acusarle. Hoy existen los fariseos modernos que están en las reuniones, pero para analizar. Creen que saben todo, pero no hacen nada más que criticar. Están escondidos detrás de máscaras de piedad y sabiduría, pero están siendo descubiertos.

• Seguidores: Jesús tenía muchos seguidores, y algunos se transformaron en discípulos. Eran distinguidos en medio de la multitud porque tenían el poder y la autoridad delegada de Jesús. Podían predicar, sanar enfermos, echar fuera demonios y aún profetizar. Pero algunos se quedaban contentos sólo con el hecho de ser usados y no iban un poco más allá.

• El íntimo: Dentro de todas esas clases de personas, la Biblia cuenta que había un discípulo amado, uno que era íntimo de Jesús: Juan, el más pequeño de todos; el que se sabía amado por Jesús, el que se podía reclinar sobre el pecho del Maestro, el que tenía la confianza para preguntar sus planes.

Todos los que hemos descrito tuvieron las mismas oportunidades, pero cada uno llegó en su relación con Jesús hasta donde quiso. 

Tú, ¿quién eres? ¿Uno más en medio de la multitud? ¿Un religioso, que sabe lo que tiene que hacer, pero no hace nada? ¿Un seguidor que tiene su poder, pero no su amistad? ¿O un íntimo que vive en función de su Amado?

Hoy, Él te está llamando a reclinarte sobre su pecho, a ser un íntimo. Si aceptas el desafío de ser un íntimo, ahora mismo ora a Él y díselo. Pídele que te llene de deseo de conocerle más profundamente, de amarle con todo tu ser y de dar hasta tu último aliento para hacer lo que le agrada.

Reflexiona

• ¿Cuál es tu mayor sueño?
• ¿Crees que estás alineado con los sueños de Dios?

Ora

• Pídele al Señor que aumente tu deseo de conocerle.
• Pídele que te introduzca en su intimidad.
• Exprésale tu amor.
• Exprésale tu deseo de agradarle.

UN ÍNTIMO ES AQUEL QUE VIVE PARA REALIZAR LOS SUEÑOS DEL AMADO.