Fe por encima del miedoMuestra

Día 4

Si vamos a caminar firmemente en el camino de la fe, necesitamos aprender a combatir la duda. Podemos pedirle a Dios cualquier cosa, pero para recibirla de Él, tenemos que remover toda duda de nuestros corazones. Santiago 1:6 declara: "Pero cada uno pida con fe, no dudando en nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra." La palabradudaes simplemente diferir.

Para superar la duda, tenemos que elegir estar de acuerdo con la Palabra de Dios aún cuando lo que vemos a nuestro alrededor nos puede hacer diferir.

Cuando vemos caos a nuestro alrededor, en lugar de seguir el camino de la confusión podemos estar de acuerdo con Marcos 4:39, y decir, "Calla, enmudece," esperando la calma. Cuando sentimos ansiedad por algo que está ocurriendo en el mundo, podemos alinearnos con 1 Pedro 5:7 y echar todos nuestros problemas en Él, sabiendo que Él se preocupa por nosotros. Cuando enfrentamos miedos de carencia, podemos recordar de Filipenses 4:19 cómo nuestro Dios suplirá TODAS nuestras necesidades.

Marcos 9 comparte la historia del hombre que conoció quién era Jesús. Él sabía que Jesús era capaz de ayudarlos, de otra forma no hubiera llevado a su hijo hasta Él. A pesar de eso, en ese momento, la magnitud de su necesidad anuló su fe en Jesús. Una vez que él reconoció que la duda había aparecido, hizo lo mas inteligente. Le pidió a Jesús que lo ayudara en su incredulidad.

Podemos probablemente identificarnos con este padre. Creemos que Jesús puede hacer todo, pero en un momento de debilidad, la enormidad de lo que enfrentamos causa que dudemos de Su habilidad en nuestra vida. La buena noticia es que, nosotros también somo capaces de pedirle a Jesús "¡ Ayuda mi incredulidad!". Él nos ayudará en el momento de necesidad.

No tenemos que entender cómo Dios vendrá en nuestra ayuda para creer que lo hará. Una vez que eliminemos la duda, la fe puede moverse en un nuevo y más alto nivel.