Oír del Cielo: Escuchando al Señor en la Vida DiariaMuestra

Tu Padre Celestial Sabe Todo lo Que Necesitas.

Crecer en Nairobi fue difícil, por decir lo menos. La década de 1990 estuvo llena de incertidumbre. Los disturbios eran comunes y surgían a raíz de la disensión entre el partido gobernante y aquellos que demandaban una democracia multipartidista. Y en tiempos de disturbios, los pobres siempre sufren más. Los pobres dependen de ingresos mínimos para cubrir sus necesidades diarias, y tal disensión hace que los necesitados sufran aún más.

Como resultado, desde muy joven, las circunstancias me obligaron a aprender a esperar.

Cuando no hay garantía de un resultado positivo, esperar puede ser extremadamente difícil. Mi padre era asalariado, así que dependíamos de sus ingresos diarios para cubrir nuestras necesidades básicas. Si encontraba trabajo, comíamos. Si le costaba encontrar trabajo, no comíamos.

Una noche, mi papá nos leyó Mateo 6:25-34 durante nuestro tiempo devocional en familia. Señaló la importancia de poner nuestra esperanza en Jesús. Aquellas palabras de Jesús me dieron esperanza en medio de la incertidumbre de la vida. Como familia, descansábamos en la seguridad de que nuestro Padre celestial sabía todo lo que necesitábamos. Conocer y tener a Jesús era suficiente.

Nuestro Padre en el cielo sabe todo lo que necesitamos. ¿A que es impresionante? El Dios que creó todo es el mismo Dios que satisface de manera única nuestras necesidades.

Es fácil dudar de que Él cumplirá. ¿Qué pasará si Él no me responde respecto a mis finanzas? ¿A mi salud? ¿A mi familia? ¿A [completa aquí con tus preocupaciones]? Aprende a confiar en el Señor, sin importar cuáles sean tus preocupaciones. Comprométete a leer y seguir la palabra de Dios cada día mientras esperas la respuesta de Dios.  

A través de la espera, nuestra esperanza se fortalece. Como hijos de Dios, esperamos a un Dios fiel y amoroso que se deleita en proveer para las necesidades de Sus hijos. Ora a tu Salvador: “Querido Señor, como Tu hijo, tiendo a preocuparme por mi futuro. Pero hoy pongo mi esperanza en Ti porque Tú eres la constante fiel en mi vida. Amén”.