El manifiesto de las citasMuestra

¿Cuándo?

Entonces, ¿cuándo es el momento de empezar a pensar en el matrimonio? Es ahora. Le digo a los padres de hijos pequeños que si no han empezado a proyectar una visión para el matrimonio en sus hogares, ya están atrasados. Nunca es demasiado temprano para mostrarle a tus bebés cómo es un buen matrimonio. Nunca está mal enseñarle a un niño la manera correcta de tratar a una mujer. Las niñas pequeñas deberían saber que las esposas y las mamás tienen un llamado sagrado que algún día podría ser suyo. Todo importa.

Del mismo modo, si estás en tus 20, no relegues el matrimonio a un futuro lejano. Sí, la edad promedio del primer matrimonio ha subido. En 1960, era de 20 y 22 años para hombres y mujeres, respectivamente. Esos números se dispararon ahora a 26 y 29. Pero hay poca evidencia de que esto sea algo bueno en general. Por el contrario, está generando retrasos en la madurez, el éxito laboral y la maternidad. También hace que libros como este sean necesarios, porque hay muchas preocupaciones entre los solteros que se preguntan si perdieron la ventana y se quedaron atrás cuando el tren del matrimonio partió de la estación.

No estoy tratando de crear pánico. No digo que tengas que salir corriendo ahora mismo y agarrar a la primera chica que veas. Solo te pido que consideres el matrimonio. Comienza a orar al respecto. Cultiva un deseo activo por ello en tu corazón. Déjale saber a los demás que estás abierto a ello. Y hónralo, incluso como una persona soltera.

Hebreos 13:4 dice: “Tengan todos en alta estima el matrimonio…”. Eso incluye a los que aún no están casados y a los que tal vez nunca se casen. Sigue el ejemplo de Dios y ten una alta visión del matrimonio. Nuestras iglesias, nuestra cultura y nuestras familias lo necesitan desesperadamente.

Del mismo modo, si tienes 30 años o más, no renuncies a la idea del matrimonio. Yo no lo he hecho. Simplemente no sabes lo que Dios tiene para tu futuro. Puede que no sea la historia que esperabas, pero Dios nunca deja caer la pelota. Nunca llega tarde y no es caprichoso. Espera a que tu historia se desarrolle, y haz tu parte para crearla.