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¿Cómo darle a Dios con un presupuesto ajustado?

Tenía 18 años cuando escuché por primera vez sobre el "diezmo." Parecía enorme. ¿En realidad podría confiar suficientemente en Dios para darle el diez por ciento de mis ingresos de mi trabajo universitario de tiempo parcial a mi iglesia? Diez por ciento sería solamente alrededor de $7 a la semana. ¿Qué es lo que Dios podría hacer con un monto tan insignificante?

Luego mi pastor me dijo algo que nunca olvidaré. Me dijo: "Dios no quiere más de ti; Él quiere más para ti". Esto, al comienzo, no tenía sentido. ¿Cómo Dios podría querer algo para mi tomando mi dinero? Mi problema era que había olvidado que primeramente nunca fue mi dinero.

¿Por qué decidimos dar? Porque Dios es el Ser más generoso de todos los tiempos. Él pagó nuestra deuda al enviar a Jesús para morir por nuestros pecados. Eso es generosidad fuera de límites. Así que, cuando decidimos darle nuestras mejores cosas a Dios, nos estamos volviendo más parecidos a Él.

Diezmar no tiene nada que ver con el dinero. Dios no necesita tu dinero porque Él es Dios. Y la iglesia no está usando la Escritura solamente para que te sientas culpable para que des. Una buena iglesia cuida tu corazón. ¿Por qué? Porque Dios quiere tu corazón. Así que, ¿qué es lo que Jesús nos dice sobre el dinero?

Tres cosas que Jesús nunca dijo sobre cómo dar a Dios:

1. Si no tienes mucho que dar, no tienes que dar.

2. No tienes que diezmar si haces otras cosas, como servir.

3. Puedes amar al dinero mientras me sigas amando.

Tres cosas que Jesús dijo en realidad sobre cómo dar a Dios:

1. Un presupuesto limitado no tiene que obstaculizarte de vivir una vida generosa. Hay una historia en el Evangelio de Marcos donde Jesús miraba a hombres adinerados que se jactaban de sus ofrendas y de una mujer pobre que dio "un par de míseros centavos". Pero Jesús dice que la mujer pobre dio más porque ella dio todo lo que tenía. La historia nos muestra que no se trata sobre el monto que damos. Sino sobre la fe que tenemos.

2. Si queremos llegar a ser más como Jesús, no podemos esquivar las cosas mós difíciles. En Mateo 23, Jesús dice que tenemos que diezmar, pero no olvides sobre las cosas importantes como la justicia y la misericordia. Algunas personas ven esto como un permiso para no diezmar, pero pienso que lo opuesto es cierto. Cuando comencé a dar, quería servir más. No tenemos la opción de elegir la versión de un Jesús hecho a nuestra medida.

3. El amor al dinero es el competidor número uno a nuestra obediencia a Dios. Cuando confiamos que el dinero proveerá, estamos haciendo del dinero un ídolo. Esa es la razón por lo que Jesús dijo que no podemos servir a Dios y al dinero. No podemos atesorar nuestro dinero y todavía agradar a un Dios generoso.

Si eres escéptico sobre diezmar, lo entiendo. Pero nunca me he sentido más cerca a Dios que cuando decidí confiarle en mis finanzas, inclusive cuando solamente tenía para comprar sopa de tallarines ramen. No te engañes de que la Iglesia solamente quiere tu dinero. Somos la Iglesia, y Dios quiere que la generosidad sea para ti.

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