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Cómo confiar en Dios, especialmente cuando no tienes lo suficiente

¿Alguien más se siente abrumado por la cantidad de cosas que se acumulan encima tuyo? Tienes quinientas cosas que completar antes de la puesta del sol, y parece que nunca tienes suficiente tiempo, ni dinero, ni recursos, ni energía para asegurarte de que todas las tareas estén acabadas. Sí, a mi también me pasa. Entonces, ¿cómo se supone que debemos confiar en Dios, especialmente cuando simplemente no tenemos lo suficiente?

El mes en que me gradué de la universidad fue un tiempo muy ocupado porque no solamente me estaba graduando de la universidad. También me iba a casar, a mudarme a una nueva ciudad y a comenzar un nuevo trabajo. Y luego, mi prometido descubrió que perdería su trabajo justo antes de nuestra boda y gran mudanza. Creo que nuestras reacciones iniciales fueron de entrar en pánico y empezar a preocuparnos. Pero vivir por fe significaba que teníamos que confiar en que Dios proveería incluso cuando no entendíamos lo que Él estaba haciendo.

¿Eso significa que podemos simplemente relajarnos y esperar a que Dios haga un milagro? Bueno, sí y no. Necesitamos trabajar y descansar de forma adecuada. No debemos estar exaltados ni desesperados, pero debemos acercarnos a nuestros amigos y familiares para obtener orientación y ayuda. Y definitivamente debemos seguir honrando a Dios con el tiempo, talentos y tesoros que nos ha dado. Se trata de mantener nuestra mente puesta en Dios como proveedor, y nuestros corazones en amorosa obediencia a Él.

Entonces, volvamos a mi persona y a mi prometido. Seguíamos trabajando bastante y confiando en Dios. Cada vez que la duda, el miedo o el pánico intentaban hundirnos, nos animábamos mutuamente a confiar en que Dios nos guiaría en ese tiempo. Varias semanas después de la pérdida del trabajo de mi prometido, mi empresa independiente de diseño comenzó a obtener algunos ingresos adicionales, lo que nos ayudó a realizar depósitos para nuestra nueva casa y los gastos de mudanza. ¡También me ofrecieron un trabajo de tiempo completo en esa semana (¡ milagro!). Habíamos estado orando por un milagro y Dios respondió. Simplemente no se veía como pensamos al comienzo.

Incluso cuando parece que no tenemos lo suficiente, en realidad sí tenemos. ¿Por qué? Porque estamos en las manos de Dios. Él siempre nos proveerá. A veces puede parecer que está tardando demasiado, pero llegará en el tiempo de Dios, no en el nuestro. Piensa en la historia de 1 Reyes cuando Dios le prometió a Elías que traería lluvia después de una larga sequía. Elías le dijo a su criado siete veces que fuera a buscar una señal de lluvia. ¿Te imaginas que desalentadora pudo haber sido esa espera? ¿Has estado buscando tu promesa una y otra vez, sin encontrar nada? Aquí está la clave: Elías no confió en ver una nube de lluvia, puso su confianza en Dios. Tu también puedes. Dios está con nosotros. Y podemos confiar en que Él hace todas las cosas para el bien de quienes lo aman.

Mi suegro dice: "Puede que no siempre tengamos lo que queramos, pero Dios siempre nos dará lo que necesitemos". Es posible que la provisión de Dios en nuestras vidas no siempre se vea como lo esperamos. Es por eso que tenemos que confiar en Dios antes de ver el milagro.

Leanna