Vivir renovado: el perdónMuestra
Perdón
Muchos de nosotros cargamos con el peso de la falta de perdón. Algunos porque no sabemos cómo perdonar. Otros porque no estamos dispuestos a dejar atrás lo que nos han dicho y hecho. El perdón no significa que lo que se hizo estuvo bien, pero la falta de perdón sólo nos ofrece amargura, ira, odio y orgullo. Si no tenemos cuidado, nuestras heridas del pasado pueden moldear nuestra vida y destruirnos desde dentro.
Para vivir en la libertad que Cristo tiene para nosotros, tenemos que aprender a perdonar y despojarnos de la pesadez que supone aferrarse a nuestro dolor. Si bien nuestra tendencia natural es alejar la incomodidad y el desafío de perdonar, como seguidores de Cristo, estamos llamados a aceptarlo. Trabajar con Dios en las cosas de nuestro pasado es lo que nos permite avanzar.
Desgraciadamente, no es un proceso que se realiza una sola vez. El perdón es una parte constante de nuestras vidas. Es algo en lo que tenemos que trabajar cada día a medida que se producen nuevas ofensas. Las relaciones comerciales requieren gracia para que no trabajemos en un ambiente tóxico. El matrimonio es un constante flujo y reflujo de humildad. A veces, necesitamos perdonarnos a nosotros mismos por los errores que hemos cometido, dándonos cuenta de que no tenemos que aferrarnos a algo que Dios ya ha perdonado.
La realidad es que todos estamos heridos. Todos tenemos heridas que colorean la forma en que vemos el mundo y nos hacen responder de la manera en que lo hacemos. Pero no podemos usar nuestras heridas como excusa para un mal comportamiento. No cuando Dios está esperando pacientemente que le entreguemos nuestro dolor, para poder sanarnos.
Lidiar con viejas heridas, por nuestra cuenta, puede ser abrumador. Las palabras y acciones hirientes, tanto grandes como pequeñas, pueden acumularse en algo aparentemente insuperable. ¡Pero la verdad es que nada es imposible para nuestro Dios!
Mientras lees este Plan, elige una sola cosa que te haya costado perdonar y tenla presente. Puede que necesites seguir este proceso varias veces para superar todas tus heridas, parte por parte y capa por capa. No tienes que hacerlo todo a la vez. Comienza con algo pequeño y sigue con tus heridas más grandes.
Acerca de este Plan
Muchos de nosotros andamos por ahí curando las heridas heridas causadas por los dichos o hechos de otras personas. Luchamos continuamente con esa carga porque no deseamos o no sabemos cómo perdonar. Este Plan no es para que alguien se libre de su culpa o para hacernos sentir mejor. Es para ti. Es para que aprendas a perdonar y de esa manera poder sanar, liberarte del pasado y comenzar a vivir renovado.
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