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El mayor regalo de amor es la atención

La Biblia dice en Gálatas 6:10: «Hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe» (RVc). Entonces, ¿por qué las personas de la familia de Dios reciben atención especial?

Porque aquello a lo que le prestemos atención va a crecer. Si presto atención a mi jardín, va a crecer. Si presto atención a mis niños, van a crecer. Si presto atención a mi matrimonio, va a crecer. Si presto atención a mi trabajo, va a crecer.

¿Cuál es el mayor regalo de amor? No son diamantes, flores o chocolate. El mayor regalo de amor que puedes dar es atención concentrada. Puedes afirmar a las personas simplemente mirándolas a los ojos, lo que en esencia les dice: «Te valoro. Lo que tienes que decir es importante para mí porque me importas.» Lo que la gente quiere más que cualquier otra cosa es atención focalizada. Quieren saber que sus pensamientos importan, que sus vidas importan, que son valiosos.

La esencia de las relaciones no es lo que hacemos unos por otros o lo que nos damos unos a otros. La esencia de las relaciones es cuánto de nosotros mismos entregamos a los demás.

No puedo decirte con cuántos hombres he hablado que me han dicho: «No lo entiendo. Proveo todo lo que mi familia necesita. Le doy a mi esposa todo lo que necesita. Les doy a mis hijos todo lo que necesitan. ¿Qué más quieren?».

¡Te quieren a ti! Quieren tu tiempo. Quieren tu atención. Quieren que te enfoques en ellos. Quieren saber que piensas que importan. Nada puede reemplazar el tiempo. Los niños no necesitan cosas: necesitan tiempo. Los matrimonios necesitan tiempo, las amistades necesitan tiempo y los grupos pequeños necesitan tiempo.

Este fin de semana, busca oportunidades para dar tu atención a las personas que hay en tu vida. ¡Ese es el mayor regalo de amor que puedes dar! Pero no te quedes esperando a que suceda; crea oportunidades para dar atención.

Si tienes que ponerlo en tu agenda, hazlo. Si tienes que renunciar al tiempo de Netflix, hazlo. Si eso significa posponer las tareas domésticas, hazlo. Si tienes que hacer sacrificios, hazlos. Haz lo que sea necesario para prestar atención a tus relaciones. ¡Es esencial para su crecimiento!

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