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¿Cómo descubres tu propósito en la vida?

A menudo les preguntamos a los niños: "¿Qué quieres ser de mayor?" Cuando lo piensas, es una pregunta intensa para un niño de 5 años. Pero cuando cumples 18, de repente, hay una intensa presión para resolverlo todo. Entonces, la gran pregunta es: ¿Qué se supone que debo hacer con mi vida?

Afortunadamente, Jesús nos da un marco a seguir. Como hablamos en el primer día, nuestro principal propósito en la vida es amar a Dios y amar a las personas. Suena simple, pero es difícil vivirlo.

Amar a las personas significa amarlas cuando se equivocan, cuando te tratan mal y cuando te hacen enojar. Significa que cada decisión se filtra a través de la lente de: ¿Es esta decisión algo que muestra amor a los que me rodean?

Jesús nos dio aún más claridad sobre nuestro propósito cuando dejó a sus discípulos. En su última instrucción, presentó nuestra misión: salir por todo el mundo, hacer discípulos y enseñar a la gente a obedecer a Dios. También prometió estar con nosotros en cada paso del camino.

Nuestra misión es llevar a las personas a Jesús amándolas como Jesús. Una vez más, suena simple, pero está lejos de ser fácil. No importa dónde termines, ese es tu propósito. Ya sea que trabajes en un negocio o en una cafetería, haz que tu misión sea amar a las personas que te rodean y contarles sobre las Buenas Nuevas de Jesús.

Y sepas esto: no tienes que hacer algo épico para hacer algo importante. No es necesario que seas un director ejecutivo o que vayas al ministerio o que defiendas una gran causa para marcar la diferencia. Todas esas cosas son geniales, pero todos tenemos la oportunidad de hacer grandes cosas todos los días amando a las personas que tenemos frente a nosotros.

Así que quítate la presión. Rompe con las expectativas innecesarias que te has puesto. Dios está contigo , guiándote y guiándote por el camino que Él tiene para ti.

¿Sigues preguntándote cómo reconciliar esta verdad con las decisiones masivas que tienes ante ti?

Aquí hay tres preguntas que te ayudarán a decidir cómo puedes vivir tu propósito, teniendo en cuenta que puedes amar a Dios, amar a los demás y hacer discípulos sin importar adónde vayas.

1. ¿Qué experiencias pasadas te han dado forma? Tu pasado no te define, pero puede informarte. ¿Has pasado por algo por lo que quieres ayudar a otros? Eso podría ayudarte a decidir qué es lo que te apasiona.

2. ¿Tienes algún sentido de llamada? ¿Qué te causa un enojo justo? Por ejemplo, quizás sientas una pasión intensa por proteger a los niños en situaciones inseguras. Quizás siempre te ha atraído el cuidado de personas enfermas. Sea lo que sea, piensa si una determinada carrera profesional podría ayudarte a hacer más de lo que Dios ha programado para que te preocupes.

3. ¿Para qué tienes dones naturales? Todos tenemos diferentes dones que Dios nos ha dado para Su gloria. ¿Qué cosas te vienen naturalmente? Puede que te ayude a decidir qué hacer.

Considera : dedica tiempo a pensar en las preguntas anteriores. Ora por tus respuestas y discútelas con personas cercanas a ti. Mira si la intersección de esas preguntas puede dar claridad sobre tu propósito.

Ora: Dios, gracias por darnos a todos diferentes dones y habilidades. Ayúdame a amarte más a ti y a los que me rodean. Ayúdame a hacer discípulos. Dame claridad sobre dónde puedo servirte mejor y muéstrame cuál es mi próximo paso. En el nombre de Jesus. Amén.