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¿Qué crees de Dios??

Lo que creemos sobre Dios es lo más importante sobre nosotros. Conocer el carácter de Dios y creer que Él es bueno a pesar de las circunstancias es lo que ancló a mi esposo Ryan y a mí cuando caminamos a través de tres abortos involuntarios en menos de un año. Este dolor no fue lo que planeamos cuando comenzamos nuestro viaje de oración de peticiones intencionales, específicas y audaces. 

Para nosotros, tal revés personal a pesar de un ministerio floreciente se sintió como otra daga en lo que parecía un ataque interminable o un intento de burlarse de nuestra fe. ¡Nuestro dolor no parecía una respuesta a nuestras oraciones! 

La vida y las experiencias de la vida nos hicieron cuestionar a Dios. Cuestionamos Su bondad, Su plan e incluso Su existencia. Lo esperanzador de nuestras preguntas es que la Palabra de Dios nos dirige. Las preguntas son ciertas y también lo son las respuestas. En la Biblia, Dios nos dice quién es, qué piensa, cómo actúa y cuánto nos ama.

Las inquitudes aparecen porque no queremos creer que Dios tenga tanto control sobre nuestras vidas. Es difícil rendirse a la idea de que nuestras vidas son más grandes que nosotros. Determinar quién creemos que es Dios y cómo trabaja determinará cómo manejamos la tragedia, la bendición, las dudas y la vida.

Lo que creemos sobre Dios es la elección que hacemos antes de la tragedia, del dolor, las preguntas y antes del corazòn dolido. Debemos decidir qué pensamos acerca de Dios y elegir lo que creemos sobre Él antes que nuestras creencias sean desafiadas, cuestionadas o amenazadas. Esta es la orden que ayudará a preservar tu fe: decide lo qué piensas sobre Dios, luego vívelo cuando lleguen tiempos difíciles. Esta base firme es vital para la supervivencia espiritual y para la supervivencia de los sueños.

Decidir aferrarnos a los sueños que Dios nos da incluso cuando perdemos embarazos, trabajos, amigos o el estado es lo que distingue a los soñadores. Tuve que elegir creer que Dios es bueno, que tiene el control y que me ama para continuar durante nuestra temporada de abortos involuntarios y pérdidas. Esta es también la elección que puedes hacer para no desanimarte y continuar.

Pídele a Dios que te dé fe para creer que Él es quien dice ser y que te abrace en Su palabra.