Busquemos tiempo para descansarMuestra
Llenar para servir.
Estar lleno del Espíritu Santo es así de sencillo: es rendir todo mi ser a su poder. Cuando rendimos el alma al Espíritu Santo, Dios mismo la llenará. — Andrew Murray
La razón por la que necesitamos descansar es que o bien hemos estado trabajando o bien hemos gastado energía de alguna manera. Y el hecho de que sepamos cómo descansar o nos sintamos descansados no significa que seguiremos así.
Volveremos a trabajar.
Volveremos a ayudar a otros.
Volveremos a agotarnos emocionalmente.
Descansar como un fin en sí mismo no es la cuestión. Descansamos para poder trabajar de nuevo. Se trata de un bello ciclo de trabajo y descanso, de llenarnos para poder servir.
Ya lo hemos comentado: meditar en la palabra de Dios, llevar un diario bíblico (Bible journaling) y evitar las distracciones son prácticas que nos ayudan a llenarnos de nuevo. Descansamos cuando practicamos estas cosas a diario. Nuestro espíritu necesita descanso del mismo modo en que nuestros cuerpos necesitan un cierto número horas de descanso cada noche para recuperarse. Es ilógico pensar que podemos tener un espíritu fuerte y vibrante sin invertir en cuidarlo. No podemos pensar que una semana de vacaciones nos dará descanso suficiente para aguantar meses y meses. Debemos repostar a diario para que nuestro depósito de descanso no se vacíe. Y debemos prestar atención para evitar que gastemos demasiado del depósito.
En su libro, Leading on Empty: Refilling Your Tank and Refueling Your Passion [Andar con el tanque vacío: Rellena tu tanque y renueva tu pasión], el autor y pastor Wayne Cordeiro cuenta la historia de un sueño que tuvo. En el sueño, una mujer se acercó a un granjero en su granja y le pidió algo que él no tenía. El granjero le respondió: «Regrese mañana, entonces tendré más». La mujer se enfadó, pero esto no molestó al granjero. Simplemente siguió trabajando. La gente venía a su granja todos los días, y cada vez que se quedaba sin huevos o sin leche, el granjero decía: «Regrese mañana, entonces tendré más». El pastor Cordeiro compartió su nueva visión tras tener aquel sueño:
No tengo por qué atarme a un ciclo imaginario infinito de producir más, hacer más o intentar superar los números de la semana pasada. Tengo una cantidad limitada de tiempo cada día, y quiero hacer lo que pueda, de todo corazón. Cuando se acabe el tiempo, entonces diré: «Regrese mañana, entonces tendré más».
Cada día, nos despertamos con una cierta cantidad de energía mental, emocional y física. Cuando hemos servido y hecho todo lo que estaba en nuestra mano para hacer, debemos descansar. Es en ese momento, cuando nos encontramos vacíos, cuando hay menos que se interponga en el camino para que Dios trabaje en nuestras vidas.
Acércate, quédate quieto y descansa. Este es el momento más oportuno y adecuado para que el Espíritu Santo te llene.
Reflexiona
- ¿Sientes que tienes que suplir todas las necesidades que surjan?
- ¿Qué cosa puedes incorporar en tu rutina diaria que te recargue las pilas y llene tu depósito?
- Anota cualquier cosa que te inspire Dios hoy a través de la lectura de la Biblia o del devocional.
Escritura
Acerca de este Plan
La adicción al trabajo y el ajetreo constante son frecuentemente aplaudidos en nuestro mundo, y descansar puede ser un desafío. Con el fin de cumplir nuestras funciones y nuestros planes efectivamente, debemos aprender a descansar o no tendremos nada para contribuir con esos a quienes amamos y con las metas que nos hemos puesto. Invirtamos los próximos cinco días aprendiendo sobre el descanso y cómo podemos incorporar a nuestras vidas lo que hemos aprendido.
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