HEMOS SIDO VISTOS, ELEGIDOS Y ENVIADOS. ¡VAMOS!

Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. -Marcos 16:15 Reina-Valera 1960

Crecer como hija de inmigrantes griegos de primera generación significó crecer en una burbuja muy griega. Como mis padres y todos sus amigos, llegaron a Australia sin nadie en quien confiar, se unieron, firmemente arraigados en la idea de que la unión hace la fuerza. Así que, durante toda mi infancia, mis padres, tíos, primos, amigos y vecinos se mantuvieron lo más unidos posible en una comunidad, como si tuvieran miedo de lo que pudiera ocurrir si se aventuraban a salir. Y no era porque no hablaran inglés. Mis padres hablaban cinco idiomas: árabe, griego, francés, italiano e inglés. Eran personas brillantes. Sabían cómo desenvolverse en la sociedad moderna, pero eligieron vivir en un pequeño mundo creado por ellos mismos.

A veces, creo que nosotros como cristianos nos comportamos de manera similar. Vivimos en burbujas cristianas, dentro de nuestras comunidades cristianas, dentro de nuestro colectivo de amigos cristianos, y nos quedamos allí. Tal vez, incluso nos escondemos allí, en esta subcultura cristiana de nuestra propia creación. Diseñamos lo que creemos que es el paraíso en la tierra, y nos atrincheramos con la esperanza de que todo vaya bien hasta que nos vayamos de este planeta. Cuando todo el tiempo, Jesús nos ha visto, elegido y ENVIADO AL MUNDO para hacer discípulos. No podemos hacer de su mayor mandamiento nuestra primera prioridad si no salimos de nuestra burbuja. 

Jesús no nos salvó para construir una subcultura cristiana. Para evitar encontrarnos con personas que no se parecen a nosotros, actúan como nosotros, piensan como nosotros o creen como nosotros. No nos salvó para escondernos del mundo, evitar al mundo, ignorar al mundo, temer al mundo, odiar al mundo, condenar al mundo o juzgar al mundo. Nos envió literalmente al mundo… para hacer discípulos… para que amáramos al mundo que Él creó y ama tan tierna y ferozmente.

“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.

¿La palabra más importante de este versículo? VAYAN.

Vayan por todo el mundo.

Vayan y amen a los perdidos.

Vayan y comprendan a los perdidos.

Id y tened compasión de los perdidos.

Vayan y háblenles de Jesús a los perdidos.

Vayan y hagan discípulos.

ORACIÓN

Padre Celestial, gracias porque me has visto, me has elegido y me has enviado. Ayúdame a tener la fuerza y el valor para ir donde tú me digas y hacer lo que me has llamado a hacer. Amén.

Para más información, visita www.christinecaine.com/2020study 

Adaptado de 20/20: Seen.Chosen.Sent por Christine Caine. Derechos de autor © 2019 por Christine Caine. Reproducido con el permiso de Lifeway Women. Todos los derechos reservados.