Viviendo como JesúsMuestra

Defiende a aquellos que no pueden valerse por sí mismos.

En un mundo donde las opiniones pueden volverse virales minutos después de ser publicadas, y los debates en las redes sociales van de cero a 100 en un segundo, es sabio recordar ser como Jesús tanto en línea como fuera de línea. Jesús no tuvo miedo de llamar al pecado, pero lo hizo en el contexto de la gracia y la relación. Por lo tanto, es probable que publicar sobre problemas no conduzca a una resolución. ¿Pero defender a alguien que no puede defenderse a sí mismo? Eso está cerca del corazón de Jesús.

En el capítulo ocho de Juan, vemos la historia de una mujer sorprendida en el acto de adulterio. La multitud quería apedrearla por ello, y la ley dijo que podían hacerlo. Le preguntaron a Jesús qué haría: tratar de atraparlo para que dijera algo de lo que se arrepentiría.

Jesús no mordió el anzuelo. En cambio, le pidió a quien nunca había pecado que siguiera adelante y tirara la primera piedra. Comenzó a escribir en la arena, y algunas personas creen que en realidad estaba escribiendo los pecados de las personas que lo rodeaban. La gente se dispersó, dejando solo a Jesús.

Jesús le dio gracia a la mujer al dejarla ir, pero le dio la verdad al decirle que no pecara más. Debemos esforzarnos por modelar eso para las personas en nuestras vidas. Deberíamos comenzar las relaciones extendiendo la gracia, recordándoles a las personas que sus errores pueden redimirse. Y luego ayudamos a las personas a darse cuenta de que hay una mejor manera de vivir: siguiendo a Jesús.

Así que defiende a aquellos que no pueden valerse por sí mismos. Defiende a las personas que el mundo rechaza. Defiende a los ignorados y marginados. Y no te quede de pie, prepárate para servir.

En Mateo 25, vemos a Jesús hablando de dos grupos de personas: ovejas y cabras. Ven con nosotros. Las ovejas son las que más sirvieron, ofreciendo sostén a los pobres, agua a los sedientos, cuidado de los enfermos, etc. ¿Las cabras? Ignoraron a las personas que estaban en necesidad. Lee el pasaje de hoy para saber cómo terminó eso. Alerta de spoiler: servir es muy importante para Dios. Y no importa si decimos que amamos a Dios si no amamos a Su pueblo sirviéndolo bien.

Entonces, ¿a quién defenderás? ¿A quién servirás? Porque cuando haces eso, Jesús dice que en realidad lo estás haciendo por Él.

Ora: Dios, muéstrame a quién defender y cómo defenderlos. Ayúdame a corregir errores. Ayúdame a aceptar a las personas que otros rechazan. Ayúdame a servir como Tú sirves, a amar como Tú amas y a ponerme de pie como Tú te pones de pie. Rompe mi corazón por lo que rompe el Tuyo, y dame nuevos ojos para ver a los demás como Tú los ves. En el nombre de Jesús, amén.