Persiguiendo zanahoriasMuestra

Persiguiendo zanahorias

La idea de perseguir zanahorias viene de la metáfora de la zanahoria atada al final de un palo escrita a mediados de 1800. Imagínate la caricatura de un burro con una zanahoria colgando fuera de su alcance. El que monta el burro sostiene la zanahoria atada al palo para motivar al burro a andar. Para el burro, la recompensa siempre está un paso más allá.

¿Te has sentido alguna vez como el burro?

Mucho antes de 1800 el Rey Salomón lamentó las búsquedas inútiles en la vida refiriéndose a ellas como «perseguir el viento».

¿Has intentado alguna vez atrapar el viento? Siempre va un paso por delante.

La trampa de «solo un paso más» es que siempre hay un paso más. Solamente unos cuantos años más en este trabajo, o cuando te gradúes, o en cuanto te cases, o cuando los niños sean mayores, o cuando tu fe sea más fuerte, o cuando puedas permitirte comprar la siguiente cosa que te promete felicidad. Solamente. Un. Paso. Más.

Hay una forma mejor de vivir. Puedes bajarte de la cinta de correr del rendimiento. La vida es mucho más que tener más y mejor.

Jesús habló de esta búsqueda descontrolada por conseguir más en Mateo 6. A medida que leas las palabras de Jesús hoy, intenta lo siguiente. Respira profundamente y vacía tu mente de todas tus preocupaciones. Imagínate que estás allí escuchando mientras Él enseña. ¿Sobre qué estás sentado? ¿A qué huele? ¿Cómo suena su voz? ¿Qué más escuchas? ¿Qué ves? ¿Qué se está desvelando en tu interior con el sonido de su voz?

Cuando acabes de leer el pasaje de hoy con el método anterior, aquí hay dos preguntas para reflexionarr. ¿No ha sido bonito bajar el ritmo y estar cerca de Jesús? ¿Cómo puedo hacer más espacio para Cristo en mi vida?

Ora: Después de leer el pasaje de hoy, ora y pídele a Dios que te haga ir lo bastante despacio para poder escuchar su voz a lo largo del día.

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