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Mientras trabajas en tus metas, Dios está trabajando en ti
Ayer hablamos de las razones por las que es necesario establecer algunas metas. Hoy vamos a hablar de tres razones más por las que establecer metas es tan importante que incluso Jesús se las puso a sí mismo.
Necesitas establecer metas porque te dan esperanza para seguir avanzando y perseverar.
Job dice: “¿Qué fuerzas me quedan para seguir esperando? ¿Qué fin me espera para querer vivir? (Job 6:11 NVI) Tienes que tener una meta para seguir adelante.
No es necesario que una meta sea grande para motivarte. Por ejemplo, si tuviera que someterse a una cirugía, su primer objetivo en la recuperación podría ser sentarse en la cama. Luego, podrías intentar ponerte de pie y luego caminar por el pasillo.
Todos esos son objetivos muy pequeños, pero todos son importantes, porque llegar desde donde estás al éxito no es un gran salto. Son muchos pequeños pasos. Una meta no tiene que ser grande para ser importante; sólo tiene que animarte a seguir adelante.
Necesitas establecer metas porque construyen tu carácter.
El mayor beneficio para tu vida no serán tus logros sino lo que suceda dentro de ti mientras avanzas hacia tu meta.
Dios está más interesado en tu carácter que en tus logros. Mientras trabajas en tu meta, Dios está trabajando en ti. Él está construyendo tu carácter y eso es lo que durará por la eternidad.
Es por eso que Pablo dice en Filipenses 3:12b: “Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí” (NVI). Se necesita energía, esfuerzo y propósito para alcanzar tu meta, y el resultado es que te volverás más como Cristo.
Necesitas establecer metas porque las buenas metas serán recompensadas.
Proverbios 11:27a dice: “Si buscas el bien hallarás favor” (NTV). Cuando entregas tu vida a una buena meta, eso trae honor y construye un legado en la Tierra.
Pero la verdadera recompensa por establecer buenas metas llegará en la eternidad. La Biblia dice en 1 Corintios 9:25-26: “Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire” (NTV). Pablo era un fijador de metas impulsado por un propósito. Tú también debes serlo para poder ganar el premio que Dios tiene preparado para ti en el Cielo.
Acerca de este Plan
Al igual que Pablo en el Nuevo Testamento, tú también sabes que aún no eres quien Dios quiere que seas (Filipenses 3:12). En esta serie, el pastor Rick comparte los pasos que te ayudarán a avanzar hacia tu meta de ser transformado a la semejanza de Cristo.
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