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Cuando estés bajo ataque, simplemente descansa

Nuestra civilización está perdiendo su civismo. ¡El mundo se está volviendo más descortés! Una de las cosas que está causando esto es Internet, porque permite a las personas esconderse detrás de la pantalla y decir cosas en línea que nunca tendrían el valor de decir a otros cara a cara. 

Lo único que hacen esas personas es revelar la pequeñez de sus corazones. Las personas grandes hacen sentir bien a las personas, pero las personas pequeñas menosprecian a las personas. Las personas que menosprecian a los demás tienen un pequeño nudo en el corazón y se burlan de los demás porque creen que eso los hará sentir mejor.

¿Cómo manejas a la gente grosera? No lo haces. Dejas que Dios se encargue de ellos. Dejas que Dios sea tu defensor.

El rey David era un profesional en esto. Sabía lo que significaba ser atacado emocional, verbal y físicamente. Cuando era joven, Samuel lo ungió para ser el próximo rey de Israel, pero pasó dos años huyendo de su predecesor, quien quería matarlo. Se escondió en cuevas mientras era criticado constantemente a sus espaldas. 

Sin embargo, David nunca dijo una mala palabra contra el rey. Él nunca tomó represalias, porque Dios lo estaba preparando para ser el rey según su corazón.

David dice en Salmo 23:5: “Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con aceite mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar” (NVI). 

David estaba reconociendo la bondad de Dios hacia él. Dios ungiría su cabeza con aceite, lo que le diría al mundo: “¡Éste es mi hombre! ¡Apártate! Este será el próximo líder”. La copa de David se desbordó, lo que significaba que Dios siguió bendiciéndolo y bendiciéndolo, incluso cuando otros lo atacaron. 

¿Parece que David estaba estresado? ¡No! No tuvo que gastar toda su energía para defenderse porque confió en que Dios sería su defensor.

Se necesita mucha fe y humildad para descansar y confiar en Dios cuando estás bajo ataque, cuando te malinterpretan, cuando se difunden rumores sobre ti y la gente dice cosas sobre ti en línea. Cuando eso sucede, todo en ti quiere levantarse y hacer algo al respecto. 

Pero eres más parecido a Cristo cuando permaneces en silencio bajo ataque. Jesús fue atacado constantemente, pero nunca tomó represalias, ni siquiera en su camino a la cruz. Permaneció en silencio ante sus acusadores porque se había confiado al cuidado del Padre.

“Así pues, los que sufren según la voluntad de Dios, confíen en su fiel Creador y sigan haciendo el bien” (1 Pedro 4:19 RVR60).

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